El diario The New York Times reveló el lunes más detalles del ataque atribuido a Israel en Irán. Según el informe, Israel planeó originalmente llevar a cabo un ataque mucho más amplio, pero éste se detuvo debido a la presión diplomática ejercida por Estados Unidos y sus aliados, y también por la interceptación de la mayoría de los misiles y drones lanzados por Teherán.
El artículo, que cita a tres altos funcionarios israelíes, informó que el liderazgo israelí discutió bombardear varios objetivos militares en todo Irán, incluso cerca de Teherán, en represalia por los ataques con misiles y aviones no tripulados, una forma que habría dificultado que la República Islámica la ignorara y habría aumentado las posibilidades de un contraataque. Al final, después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto con los ministros de Relaciones Exteriores británico y alemán, instaran al primer ministro Benjamin Netanyahu a evitar una escalada más amplia, Israel eligió la opción más limitada, que evitó daños significativos.
Aun así, las fuentes dijeron a The New York Times que el ataque mostró a Irán "la amplitud y sofisticación del arsenal militar de Israel". Según el informe, en lugar de enviar aviones de combate al espacio iraní, Israel disparó una pequeña cantidad de misiles desde aviones a varios cientos de kilómetros al oeste de él. Israel también ha enviado pequeños aviones no tripulados cuadricópteros para confundir las defensas aéreas de Irán. Las instalaciones militares en Irán han sido atacadas por este tipo de drones varias veces en los últimos años, y en varias ocasiones Irán ha dicho que no sabe a quién pertenecen, una afirmación que se ha interpretado como su renuencia a responder.
Según los informes, uno de los misiles alcanzó una batería de defensa aérea S-300 que protegía la instalación nuclear de enriquecimiento de uranio en Natanz, entre otras cosas, y el segundo misil fue detonado deliberadamente en el aire después de que quedó claro que el primer misil había llegado a su destino para evitar causar demasiados daños. Una fuente occidental dijo que podría tratarse simplemente de un mal funcionamiento de un misil.
Los funcionarios israelíes repitieron la explicación de que Israel había golpeado a Irán, pero le permitieron "hacer la vista gorda", lo que indica que había desarrollado capacidades que le permitirían atacar a la República Islámica sin entrar en su espacio aéreo o incluso activar sus baterías de defensa aérea. Israel también esperaba mostrar a los iraníes que podía atacar estas baterías en el centro de Irán, en un área que alberga grandes instalaciones nucleares, incluida la de Natanz. La insinuación, según el informe, era que Israel podría haber atacado estas instalaciones si hubiera querido.
El punto de inflexión en el plan de Israel se produjo la noche del ataque iraní, cuando Biden habló con Netanyahu y le dejó claro que, dado que la mayor parte del ataque fue interceptado, no había razón para que Israel respondiera de una manera que condujera a una mayor escalada. Israel señaló al día siguiente que tenía la intención de responder de manera limitada, y el ataque estaba programado originalmente para el lunes por la noche, pero según The New York Times se pospuso en el último minuto por temor a que Hezbolá intensificara sus ataques contra Israel. Elementos extranjeros trataron de alentar a Israel a que no respondiera en absoluto, sin éxito, y luego expresaron su voluntad de llevar a cabo un ataque limitado sin asumir la responsabilidad por ello.
