Joe Biden, presidente de Estados Unidos, tiene previsto viajar a Israel a finales de junio. Pero desde Washington no terminan de confirmar la realización de la visita oficial debido a la crisis política israelí.
Con la coalición de gobierno al borde de caerse, se estima que la Casa Blanca no quiere que una visita presidencial sea percibida como un intento estadounidense de influir en las elecciones. Una hipótesis adicional sostiene que el viaje de Biden podría ser “una pérdida de tiempo” si el gobierno israelí es disuelto poco después de la visita.
Mientras en Jerusalem esperan una confirmación estadounidense para la próxima semana, Eyal Hulata, asesor de Seguridad Nacional, se encuentra en Washington planificando la posible visita presidencial. El viaje duraría dos días y, de concretarse, se desarrollará en la semana del 20 al 26 de junio.
El programa de Biden en Israel podría incluir una recepción oficial en el aeropuerto Ben Gurion, un recorrido por el museo Yad Vashem, una reunión con el primer ministro Naftalí Bennett y una cena en la residencia del presidente israelí Isaac Herzog. El mandatario estadounidense también visitará territorios de la Autoridad Palestina, pero no se espera que vaya a Ramallah sino posiblemente a la Basílica de la Natividad en Belén.