El presidente de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Nawaf Salam, que se espera que emita una opinión el viernes en un caso de motivación política contra Israel, votó 210 veces en contra del Estado judío cuando se desempeñó como embajador del Líbano ante las Naciones Unidas, según un nuevo informe de la ONG UN Watch.
Israel examinó la solicitud de su inhabilitación, especialmente en el contexto del debate de Rafah y la solicitud de órdenes de Sudáfrica. Sin embargo, en el espíritu de la atmósfera hostil en la corte, Israel decidió no solicitar su descalificación, en una decisión bastante desconcertante, debido a la clara parcialidad de Salam.
Mañana, viernes a las 16:00 en La Haya, la CIJ emitirá una opinión consultiva que se espera llegue a la conclusión de que Israel está ocupando Cisjordania en violación del derecho internacional. La opinión fue presentada bajo los auspicios de los representantes de la OLP en la Asamblea General de la ONU y, como se ha dicho, con un claro sesgo por parte del presidente de la corte.
Según el nuevo informe de UN Watch, el presidente de la CIJ en La Haya tiene un largo historial de votos y declaraciones antiisraelíes. "De acuerdo con las reglas claras de la convención de la CIJ, el presidente del tribunal en La Haya está legalmente descalificado para sentarse y escuchar casos relacionados con Israel", expresó Hillel Neuer, director ejecutivo del grupo con sede en Ginebra. "Estados Unidos y otras democracias deberían sancionar a Salam por no exonerarse de los dos casos relacionados con Israel debido a su clara parcialidad", añadió.
Nawaf Salam fue elegido presidente de la Corte Internacional de Justicia en febrero de 2024. Se incorporó por primera vez como juez en 2018, después de un mandato de 11 años como embajador del Líbano ante las Naciones Unidas.
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Hillel Neuer, Director Ejecutivo de UN Watch. "Salam no puede ser un árbitro justo, honesto y neutral".
(UN Watch)
Salam, como embajador, estuvo detrás de 210 votos contra Israel, que incluyeron condenas unilaterales de Israel sin ninguna referencia a las actividades terroristas de Hamás o la Jihad Islámica. Por ejemplo, en diciembre de 2008, Salam votó a favor de una resolución que acusaba a Israel de "actos de terrorismo, provocación, incitación y destrucción" contra los palestinos, pero no mencionó a Hamás ni a la Jihad Islámica.
En sus discursos en la ONU, Salam también hizo muchas declaraciones apasionadas que demostraban un sesgo extremo contra Israel. En enero de 2008, Salam acusó a las "organizaciones terroristas judías" de cometer "masacres brutales". En otro discurso pronunciado en noviembre de 2008, Salam dijo que el "liderazgo sionista supremo" estaba llevando a cabo un programa de limpieza étnica a través del terrorismo y las masacres organizadas.