En reuniones de seguridad el domingo por la noche, el primer ministro Naftalí Bennett y altos funcionarios discutieron la ola de terror que azota a Israel y estimaron que continuará en el futuro.
A la reunión también asistieron el ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, el ministro de Defensa, Benny Gantz, el jefe del Estado Mayor del Ejército, Aviv Kochavi, y los jefes de las agencias de inteligencia y seguridad de Israel.
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Cuchillos utilizados en apuñalamiento en Jerusalem el domingo.
(Portavoz de la Policía)
La reunión de tres horas se llevó a cabo horas antes de otro ataque terrorista en Jerusalem, donde un residente palestino de Cisjordania apuñaló a un oficial de la Policía Fronteriza, causándole heridas moderadas, antes de recibir un disparo.
En un incidente separado, un palestino fue asesinado a tiros después de que se infiltró en el asentamiento de Tekoa en Cisjordania armado con un cuchillo.
A pesar de la reciente retórica del líder de Hamas en Gaza, Yahya Sinwar, quien llamó a los palestinos a atacar a los israelíes usando cualquier medio, incluidos cuchillos y hachas, los funcionarios de seguridad dijeron que no tenían indicios de que los gobernantes de Gaza estuvieran interesados en un ciclo adicional de lucha en el enclave después de los 11 días de lucha transfronteriza del año pasado.
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El Jefe de Estado Mayor del Ejército Aviv Kochavi y Yahya Sinwar.
(Yair Sagi/Reuters)
Pero la capacidad de Sinwar para incitar a la violencia se consideró una amenaza para la seguridad.
En la reunión se decidió levantar el cierre impuesto a Cisjordania la semana pasada, justo antes del Día de los Caídos, pero a su vez se determinó extender, debido al ataque terrorista en Elad, la prohibición de paso de los trabajadores que ingresan desde Gaza.
Esta limitación tiene como objetivo enviar un mensaje a Sinwar, que su incitación no quedará sin respuesta.
Israel otorgó recientemente 12.000 permisos de trabajo para los habitantes de Gaza y dijo que permitiría la entrada de 20.000 más si la frontera con Gaza permanecía en calma.
Los funcionarios de seguridad sostienen que la ola de terror, que hasta ahora se ha cobrado la vida de 18 israelíes, no fue dirigida ni orquestada por Hamas o por Sinwar, pero sí fue incitada y respaldada por el grupo terrorista.
