Los funcionarios de inteligencia israelíes llegaron a la conclusión de que una gran cantidad de las armas utilizadas por Hamás, en la masacre del 7 de octubre, procedían de armamentos militares israelíes, según un informe del New York Times del domingo. En la nota, también se afirma que había 12 túneles debajo de la frontera de Gaza con Egipto, hasta el comienzo de la guerra.
Los servicios de inteligencia han supuesto, durante años, que Hamás recibe sus armas a través de los túneles, pero el análisis reciente, realizado por las agencias de inteligencia occidentales, así como por los israelíes, muestra que el grupo terrorista logró producir muchos de sus cohetes, utilizando miles de misiles sin detonar, misiles de tanque y bombas lanzadas sobre la Franja, por las FDI, en rondas de combates anteriores. Los combatientes de Hamás, también estaban equipados con armas robadas de las bases de las fuerzas.
El New York Times informó que gran parte de la inteligencia recopilada desde el inicio de la guerra, en Gaza, mostraba que, al igual que el fracaso de Israel en identificar y prepararse para la masacre de Hamás, tampoco logró estimar la capacidad del grupo terrorista para conseguir armas.
Un informe del ejército, el año pasado, advirtió que miles de balas y cientos de rifles y granadas fueron robadas de bases de las FDI y entregadas a los palestinos en Cisjordania y Gaza, a través de túneles de contrabando en el Sinaí. "Estamos armando a nuestros enemigos con nuestras propias armas", escribieron los autores del informe.
Horas después de que Hamás lanzara su ataque sorpresa en octubre, las tropas de las FDI encontraron una granada con marcas hebreas en el cuerpo de un terrorista muerto. Otros miembros de Hamás irrumpieron en el armamento de las fuerzas, durante la masacre, y regresaron a la Franja con su botín.
Los equipos forenses que examinaron uno de los 5.000 cohetes disparados contra Israel ese día concluyeron que, probablemente, se fabricó con un misil israelí disparado previamente contra la Franja y que no explotó.
Un informe del ejército, el año pasado, advirtió que miles de balas y cientos de rifles y granadas fueron robadas de bases de las FDI y entregadas a los palestinos.
Aún así, gran parte del arsenal de Hamás provino del Sinaí, que se convirtió en un centro de contrabando. Allí se encontraron armamentos de las guerras de Libia, Eritrea y Afganistán. Los funcionarios de inteligencia sostuvieron que había, al menos, 12 túneles activos que conectaban el Sinaí y Gaza, cuando comenzó la guerra. Un portavoz del gobierno egipcio informó que el ejército hizo su parte, bloqueando los túneles en su lado de la frontera, y añadió que una gran parte de las armas en Gaza procedían de Israel.
Hamás perfeccionó su habilidad para reutilizar armamento israelí sin detonar, disparado en rondas de combates anteriores, y sus fuerzas pudieron cortar la ojiva de bombas, que pesaban más de 900 kilogramos (casi 2.000 libras), y usar sus explosivos.
“Tienen una industria militar en Gaza. Una parte está en la superficie y otra bajo tierra, y pueden fabricar mucho de lo que necesitan”, añadió al periódico, el exasesor de Seguridad Nacional Eyal Hulata.
