El ultraderechista que se postula para un puesto de alto nivel en el próximo gobierno israelí trató el lunes de asegurar a las minorías del país que las protegería, pero no mencionó a los palestinos que se sienten especialmente amenazados por su ascenso.
Después de haber ganado las elecciones la semana pasada, el probable aliado de coalición más poderoso del ex primer ministro conservador Benjamín Netanyahu es el Sionismo Religioso, un partido liderado por colonos judíos ultranacionalistas de Cisjordania.
Uno de ellos, Itamar Ben-Gvir, ha sido objeto de un intenso escrutinio en Israel y en el extranjero debido a sus acciones pasadas, incluida su pertenencia al grupo militante terrorista Kach, una condena penal por incitación antiárabe y la interrupción de desfiles del Orgullo Gay.
"He crecido y he llegado a comprender que la vida es más complicada", dijo Ben-Gvir, de 46 años, en un artículo de primera plana en el periódico Israel Hayom.
La propuesta se produjo un día después de que el otro líder del Sionismo Religioso provocara la ira de todo el arco político al sugerir que el estado participó en el asesinato del primer ministro Yitzhak Rabin en 1995 por un fanático judío empeñado en detener las entregas territoriales a los palestinos.
Los derechistas hicieron bien en protestar por las políticas de Rabin, dijo Bezalel Smotrich en una ceremonia conmemorativa en el parlamento. Explicó que los servicios de seguridad habían "utilizado una manipulación irresponsable, que hasta el día de hoy no ha sido completamente expuesta, para incitar al asesino".
En su artículo, titulado "Una carta a mis hermanos de izquierda", Ben-Gvir no dijo nada sobre las conversaciones israelíes patrocinadas por Estados Unidos sobre la creación de un Estado palestino, que se estancaron en 1994 y que la administración Biden dijo el sábado que quiere revivir.
El sionismo religioso, al igual que otros partidos israelíes de derecha, se opone a un Estado palestino. Ben-Gvir también ha pedido el desmantelamiento de la Autoridad Palestina interina que gobierna en partes de Cisjordania, una medida que devolvería a los palestinos a un gobierno israelí ilimitado sin derechos nacionales.
En cuanto a cuestiones internas, Ben-Gvir, que quiere convertirse en ministro de policía, escribió que combatirá el crimen de los árabes de Israel, una minoría por cuya expulsión alguna vez abogó.
Asegurando que él y los liberales "están de acuerdo en el 90% de los temas", dijo que no buscaría imponer leyes religiosas ni frenar la libertad de disidencia, "e incluso si no me gusta el desfile (del Orgullo Gay), me aseguraré de que los hombres y mujeres que marchan tengan la máxima protección posible".
