Fuerzas de seguridad israelíes lideran la búsqueda de los terroristas que llevaron a cabo dos atentados con explosivos en Jerusalem, ataque que el miércoles por la mañana provocó la muerte de Aryeh Shchupak, de 16 años.
Mientras continúa la búsqueda de información sobre el incidente, miles de policías se distribuyen por Jerusalem y Jenín, en medio de un estado de alerta elevado.
Al final de una evaluación de seguridad, el primer ministro Yair Lapid emitió un comunicado en el que envió sus condolencias a la familia del adolescente asesinado: "Era un niño que no le hizo nada malo a nadie en el mundo y fue asesinado solo porque es un judío", afirmó.
“Envío mis saludos para la recuperación y curación de los heridos”, continuó Lapid. "Este evento es de una naturaleza diferente a lo que vimos en los últimos años. En este momento se están realizando amplios esfuerzos de inteligencia para exponer a los terroristas, a quienes estuvieron detrás de ellos y a quienes les proporcionaron armamento".
Lapid hizo una promesa dirigida a los ciudadanos israelíes al asegurar que "los alcanzarán" y que intentar esconderse o escapar no los ayudará. "Si se resisten, serán derribados. Si no, serán castigados con toda la severidad de la ley".
La información inicial de las fuerzas de seguridad apunta a que varios terroristas son responsables de las explosiones y probablemente estaban familiarizados con el área. Según las sospechas, los terroristas esperaron a que las paradas de autobús se llenaran de civiles antes de remotamente detonar los explosivos que habían colocado.
Los explosivos aparentemente eran relativamente pequeños, dado que la mayoría de las lesiones fueron causadas por clavos y esquirlas que golpearon a las personas que estaban cerca. Los funcionarios de seguridad también creen que el motivo del ataque fueron cuestiones relacionadas con el Monte del Templo y Jerusalem, y no con otros asuntos en curso.
Lapid también mencionó la captura del cuerpo del ciudadano israelí Tiran Feru, quien murió en un accidente automovilístico en Cisjordania. La víctima fue evacuada a un hospital en Jenín y el miércoles fue secuestrado por la organización terrorista Brigada de los Mártires de al-Aqsa.
“Hoy hablé con el padre de Tiran. Según el testimonio de la familia, los captores entraron al hospital, desconectaron de las máquinas a un niño que luchaba por su vida y capturaron su cuerpo. Israel ha demostrado en los últimos meses que no hay lugar ni terrorista al que Israel no sepa llegar”, afirmó Lapid. "Si no se devuelve el cuerpo de Tiran, los captores pagarán un alto precio".
