Además del avanzado programa nuclear iraní, hay cuestiones urgentes que le preocupan a las fuerzas de seguridad nacional.
La escalada a lo largo de la frontera de Gaza con graves actos de violencia y el uso renovado de artefactos explosivos por parte de grupos terroristas son algunas de las cuestiones que podría cambiar la ecuación a la hora de abordar la situación de seguridad de Israel.
Durante la semana pasada se produjeron hechos insólitos que indican que se está produciendo una nueva escalada.
El primero, fue la colocación de un potente artefacto explosivo improvisado en el parque Yarkon de Tel Aviv antes de que comenzaran las Altas Fiestas, cuya finalidad última aún no está clara. El segundo, los disturbios palestinos en la frontera de Gaza, que llevaron a las FDI a realizar un ataque contra Hamás.
La detonación de artefactos explosivos improvisados dentro de Israel se está convirtiendo en una de las principales preocupaciones entre los responsables de seguridad. Ahora, los investigadores del Shin Bet van a interrogar a los dos sospechosos que fueron detenidos cerca de Ramle, donde se centrarán en determinar los motivos de lo que parecía ser un atentado.
¿Quién les encargó colocar el artefacto? ¿Fue una iniciativa local? ¿Tenían los sospechosos cómplices? Esta son algunas de las incógnitas que rodean al gabinete de seguridad.
Además, esta nueva modalidad pone de manifiesto un cambio en las tácticas del terrorismo, que pasó de "armas frías" a armas de fuego y ahora a bombas caseras, lo que subraya el reto estratégico que supone para Israel cuidar las filtraciones desde sus fronteras.
A lo largo de la frontera con Jordania, las FDI incautan armas y munición casi a diario pero se estima que numerosos intentos de contrabando pasan desapercibidos debido a la escalada de tensiones.
Durante años, la frontera oriental se pasó por alto. Sin embargo, en los últimos años, las FDI, Shin Bet y la policía intensificaron la recopilación de información y las operaciones contra el contrabando, lo que dio lugar a un aumento de las incautaciones de alijos de armas. A pesar de estos esfuerzos, el contrabando persistirá hasta que la frontera esté completamente asegurada, e Irán seguirá alimentando y financiando el contrabando, mientras aumenta su capacidad nuclear a puntos que preocupan tanto a Israel como a Estados Unidos.
En la frontera norte, los intentos de contrabando de material militar -destinado principalmente a bandas criminales- también afectan a la seguridad interior. La rápida identificación por parte del Shin Bet de un equipo para detener a los dos sospechosos del intentado de atetando pone de relieve la implicación de la agencia que zigzaguea entre la actividad criminal y la seguridad nacional.
En Gaza, Hamás está tratando de aprovechar su éxito en una nueva campaña que empuja a los palestinos a protestar a lo largo de la frontera. El grupo terroristas interpreta la situación interna de Israel como una debilidad y está tratando de subir la apuesta y presionar contra la política israelí.
De hecho, Hamás quiere más concesiones civiles y cree que es el momento de conseguirlas, al tiempo que genera y difunde noticias falsas en las redes sociales sobre la situación en el Monte del Templo y viraliza vídeos falsos sobre palestinos perjudicados por Israel.
En la práctica, los hechos son totalmente distintos.
El Monte del Templo estuvo en calma durante el fin de semana, las oraciones se desarrollaron con normalidad y los esfuerzos se centran ahora en sacar a la luz la desinformación que podría agravar la situación no sólo en Jerusalem, sino también en la Franja y Cisjordania.
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Manifestantes palestinos leales al movimiento islámico de Hamás marchan durante una protesta en la ciudad cisjordana de Hebrón.
(EPA)
Si Hamás consigue arrancar concesiones a Israel, seguirá aumentando las tensiones en la región y animará a otros grupos a seguir su ejemplo. Por eso, el Estado judío no debe sobreestimarlo, sino aprovechar la oportunidad para reforzar su capacidad de disuasión.