La Embajada de los Estados Unidos en Jerusalem condenó esta mañana (jueves) la demolición de la casa del terrorista Muntasser Shalaby, quien hace dos meses asesinó a Yehuda Guetta (19) en un ataque a disparos en el cruce Tapuach, en Cisjordania. Se trata de la primera condena de la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, al gobierno del primer ministro, Naftalí Bennett.
(Demolición de la casa del terrorista Muntasser Shalaby)
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Demolición de la casa del terrorista que asesinó a Yehuda Guetta en mayo.
(AFP, Reuters)
“Creemos que todas las partes deben evitar medidas unilaterales que aumenten las tensiones y socaven los esfuerzos para avanzar en las negociaciones para una solución de dos Estados, y esto ciertamente incluye la demolición de casas palestinas como castigo. Como hemos dicho muchas veces, no se puede demoler la casa de una familia entera en respuesta por las acciones de una sola persona”, expresó la sede diplomática estadounidense.
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El primer ministro Naftalí Bennett y el presidente estadounidense, Joe Biden.
(Ariel Zandenberg, AP)
La condena de Washington es la primera de estas características expresada por la administración Biden. En las últimas semanas, Estados Unidos había estado trabajando para evitar la demolición de la casa del terrorista, que es ciudadano estadounidense. La declaración de repudio se produjo diez días después de que la Casa Blanca anunciara que el presidente Biden había invitado al primer ministro Bennett a reunirse pronto con él en Washington. En el anuncio se señaló que el gobierno norteamericano esperaba mantener una estrecha cooperación con la nueva administración israelí en una variedad de asuntos.
Muntasser Shalaby abrió fuego el 2 de mayo desde un automóvil contra un grupo de israelíes que se encontraba en el cruce Tapuach, Cisjordania. Yehuda Guetta, un estudiante de yeshivá (centro de estudios religiosos) del asentamiento Itamar, resultó herido gravemente en el incidente y murió días después. Otros dos alumnos de la institución fueron heridos en el atentado.
Cuatro días después del ataque, el terrorista fue encontrado por las fuerzas de seguridad en un edificio donde se escondía en la aldea Silwad, al este de Ramallah, y fue trasladado para ser interrogado por el Servicio de Seguridad Interior (Shin Bet), donde confesó los hechos.
