Las Naciones Unidas (ONU) instó este martes a Israel a detener los planes de reforma judicial, afirmando que corren el riesgo de debilitar la protección de los derechos humanos al socavar drásticamente la capacidad del poder judicial para reivindicar los derechos individuales.
La Knesset dio este martes un paso hacia la aprobación de controvertidas reformas que aumentarían los poderes de los políticos sobre los tribunales, a pesar de las semanas de protestas masivas contra una legislación que los críticos consideran una amenaza para la democracia.
El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Turk, afirmó que los cambios propuestos, en su conjunto, supondrían graves riesgos para la eficacia del poder judicial a la hora de defender el Estado de derecho, los derechos humanos y la independencia judicial.
"Los cambios propuestos socavarían drásticamente la capacidad del poder judicial para reivindicar los derechos individuales y defender el Estado de derecho como un control institucional eficaz sobre el poder ejecutivo y legislativo", escribió Turk en un comunicado.
"La experiencia en Israel, y en todo el mundo, ha demostrado el valor perdurable de un poder judicial que pueda hacer cumplir de forma independiente a los otros poderes del Estado las normas jurídicas fundamentales de una sociedad establecidas en sus leyes básicas", agregó.
"Me preocupa que, si se aprueban, estos cambios corran el riesgo de debilitar la protección de los derechos humanos para todos, pero especialmente para las comunidades y grupos más vulnerables que tienen menos posibilidades de reivindicar sus derechos a través de la representación en los poderes ejecutivo y legislativo del gobierno", afirmó Turk.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos señaló que entre estos grupos se encuentran, entre otros, los árabes israelíes, los solicitantes de asilo y las personas LGBTQ.
"Los cambios que afectan al núcleo de la estructura constitucional de un país desde hace mucho tiempo, y que afectan a salvaguardias institucionales bien establecidas, sólo deben emprenderse tras amplias consultas y con un amplio consenso político y público", sostuvo Turk.
"Dado el grado de preocupación pública y política, pido al gobierno de Israel que detenga los cambios legislativos propuestos y los abra a un debate y una reflexión más amplios", sumó.
"Estas cuestiones, que son fundamentales para el Estado de derecho, merecen la máxima consideración, a fin de garantizar que cualquier cambio promueva, en lugar de disminuir, la capacidad del poder judicial -y de otros poderes del Estado- para proteger los derechos de todas las personas en Israel", cerró.
