Mañana domingo se celebrará otra cumbre en El Cairo, a la que asistirán el director de la CIA, William Burns; el primer ministro de Catar, Mohammed al-Thani, y el ministro de Inteligencia egipcio, Abbas Kamel. A pesar de la evaluación de que a los tres se les unirá finalmente el jefe del Mossad, David Barnea, Israel aún no ha decidido si enviará una delegación a las conversaciones en Egipto. La razón: Hamás está endureciendo sus posiciones y aún no ha dado una respuesta oficial a la propuesta de mediación actualizada.
En Israel, hay quienes vinculan el endurecimiento de las posiciones de la organización terrorista con la crisis frente al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y a toda la administración estadounidense. Según las fuentes, la difícil conversación entre Biden y el primer ministro Benjamin Netanyahu, en la que –según un comunicado de la Casa Blanca– el presidente no vinculó un alto el fuego inmediato a la liberación de los rehenes, envió un mensaje claro a Hamás: se puede alcanzar un alto el fuego incluso sin un acuerdo. Después, los estadounidenses dejaron claro que no había ningún cambio en su política y que un alto el fuego tenía que ir acompañado de la liberación de los rehenes, pero Israel no quería participar en un "espectáculo vacío".
Al mismo tiempo, en Israel también hay un gran enojo contra Catar. Este enojo proviene del llamado estadounidense a Doha y El Cairo para que presionen a Hamás, que sea flexible y acepte la propuesta de los mediadores, en la que, según las fuentes, hay una gran flexibilidad en cuanto a la cuestión del retorno de los gazatíes al norte de la Franja de Gaza. Si Hamás no acepta la oferta, significa que no quiere facilitar las cosas a la población de Gaza, ni liberar a los rehenes, sino que sólo quiere poner fin a la guerra.
Israel afirma que hasta ahora Catar no ha suministrado resultados concretos, no ha ejercido presión sobre Hamás, no ha exiliado a ningún miembro de alto rango de la organización terrorista y "no ha ajustado cuentas". Esto también se debe al hecho de que el primer ministro Netanyahu se apresuró a aprobar el cierre de Al Jazeera en Israel, después de meses de dilación. Según las fuentes, Catar está jugando un doble juego y debe presionar a Hamás.
Al mismo tiempo, la organización terrorista anunció en un comunicado oficial al mediodía que una delegación en su nombre, encabezada por Khalil al-Haya, segundo de Yahya Sinwar, partiría para negociar un acuerdo en El Cairo, tras la invitación de Egipto. El anuncio de Hamás indica que el movimiento se adhirió a los principios que presentó a los mediadores el mes pasado, según los cuales exigió una retirada total de las FDI de la Franja de Gaza y un alto el fuego integral. "Estas son demandas naturales para poner fin a la agresión y no nos daremos por vencidos ante ellas", expresó el grupo palestino.
"Las demandas de nuestro pueblo y nuestras fuerzas nacionales incluyen el cese total de los ataques aéreos, la retirada de las fuerzas de las FDI de Gaza, el regreso de las personas desplazadas a su lugar de residencia, la libertad de movimiento de las personas, la provisión de ayuda y refugio y, finalmente, un intercambio de prisioneros", añadió.