Este miércoles por la tarde, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant firmó las órdenes de detención administrativa contra cuatro manifestantes judíos, tras una recomendación del Shin Bet.
Esto marca la siguiente etapa en la lucha de las fuerzas de seguridad contra la delincuencia nacionalista, tras las detenciones de los sospechosos, a quienes se impidió reunirse con sus abogados. Ahora, se cree que algunos miembros del gobierno presionarán a Gallant para que revoque las órdenes.
"Los cuatro detenidos han estado implicados en incidentes violentos abiertos y encubiertos durante años. En el pasado, fueron detenidos, pero continuaron con sus actividades delictivas", según un alto funcionario de seguridad.
"La semana pasada atacaron propiedades palestinas, lo que provocó la quema de vehículos y puso en peligro vidas inocentes", agregó.
El funcionario añadió que algunos de los sospechosos estuvieron implicados en incidentes violentos "cuando actuaron contra soldados de las FDI".
Anteriormente, Gallant criticó la violencia de colonos contra los palestinos en el pleno de la Knesset, refiriéndose a los autores como "un grupo peligroso y preocupante".
Según el ministro de Defensa, se trata de "forajidos que no proceden todos de zonas próximas a Cisjordania. Este grupo ha crecido y me preocupa, al igual que al primer ministro y al jefe del Estado Mayor de las FDI".
Gallant también se refirió a sus órdenes de detención, explicando: "llevamos a cabo detenciones administrativas para evitar que los individuos deambulen con depósitos de combustible y busquen cosas que quemar".
"También transferimos un gran número de fuerzas a Cisjordania. Hacemos lo que podemos mientras repartimos los recursos y según sea necesario", planteó.
"Ayer propuse la firma de una petición conjunta por parte de todos los partidos del gobierno, pidiendo que se impida una situación en la que una comunidad judía tome justicia por mano propia y haga daño a inocentes. Ni en Cisjordania ni en ningún otro lugar", manifestó Gallant.
La organización Honenu, que proporciona asistencia jurídica a soldados y civiles, respondió a la orden de Gallant, exponiendo: "El nuevo enfoque del ministro es informar a los medios de comunicación antes de notificar las órdenes de detención a los colonos".
"Hasta ahora, ningún colono ha recibido una orden. En lugar de garantizar la seguridad de los residentes israelíes, se dedica a dar vueltas mediáticas a costa de los colonos judíos", añadió.
Además, 200 miembros del personal académico de la Universidad Bar Ilan emitieron una declaración condenando los actos de venganza contra palestinos en esos territorios, bajo el título "Este no es el camino de la Torá".
La declaración decía: "No puede haber justificación para dañar intencionadamente la vida, el cuerpo y la propiedad de personas inocentes".
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Itamar Ben-Gvir afirma que la detención administrativa no sólo puede utilizarse contra los colonos.
(Amit Shabi)
En la declaración, los académicos criticaron duramente a los miembros del gobierno, afirmando que "condenan los actos criminales a medias, si es que lo hacen" y señalaron que "la situación actual, en la que la respuesta a los actos violentos es extremadamente indulgente, y muchos rabinos y directores de yeshivas guardan silencio, da impulso a la escalada de los acontecimientos y al derramamiento de sangre".
"No se trata de 'tomarse la justicia por mano propia', sino de acciones que en sí mismas violan cualquier ley o justicia, y que casi pueden definirse como crímenes de guerra", añade la declaración.
Funcionarios de seguridad afirmaron la semana pasada que las órdenes de detención administrativa dictadas contra sospechosos implicados en recientes disturbios judíos en ciudades palestinas de Cisjordania tenían por objeto alejar a los jóvenes colonos de la zona, reduciendo así las tensiones.
El uso de estas detenciones también se ha producido tras los disturbios de colonos en Huwara, lo que se ha demostrado útil para rebajar la violencia en la zona. Sin embargo, la medida suscitó críticas, entre ellas, la del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, y de su par en Finanzas, Bezalel Smotrich.
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Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, y Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel.
(Reuters)
Shmuel Medad, director de la organización Honenu, que va a representar a los detenidos, declaró esta semana que: "Desgraciadamente, en lugar de luchar contra el terrorismo, la policía y las FDI descargan su frustración contra los judíos que ya no pueden callarse ante los asesinatos y les plantan cara. Hago un llamamiento a mis compañeros colonos y al gobierno: No se queden callados ante esta injusticia".
Ben-Gvir hizo comentarios similares el último sábado: "No se puede permitir que las fuerzas del orden tengan políticas diferentes para distintos sectores de la población. Las detenciones administrativas no pueden usarse sólo contra los colonos".
Smotrich también se sumó a las críticas y manifestó que "las detenciones administrativas contra colonos son una medida draconiana y antidemocrática".
El martes, el primer ministro Benjamin Netanyahu, Gallant y Ben-Gvir mantuvieron un debate con el director del Shin Bet, Ronen Bar, y otros responsables de seguridad sobre los disturbios de los colonos en Cisjordania, que terminó sin una decisión clara.
Netanyahu subrayó durante la discusión: "Estamos perdiendo legitimidad en la escena internacional, y no podemos permitirlo. Tenemos que actuar".
Por su parte, Ben-Gvir criticó lo que considera una creciente atención a los disturbios judíos, que los responsables de seguridad definieron como terrorismo nacionalista. "Lo más destacado fue pedir disculpas [por parte de Gallant y del presidente Herzog] a la Autoridad Palestina", sostuvo el ministro.
"¿Llamamos a un terrorista procesado que pasó 10 años en la cárcel y le pedimos disculpas? ¿Debemos pedir disculpas a quienes pagan sueldos a terroristas?", añadió Ben-Gvir.
Gallant, que habló con el ministro del gobierno palestino Hussein al-Sheikh tras los disturbios judíos y se disculpó, respondió a Ben-Gvir, diciendo: "No podemos comportarnos como nuestros enemigos. No podemos decir que 'como los árabes lo hacen, nosotros también podemos hacerlo'".
