El Ministerio de Finanzas teme un fuerte aumento en el déficit presupuestario, lo que podría conducir a impuestos más altos este año, según comentó este domingo el observador económico de Ynet, Gad Lior.
El autor señala que un posible aumento en el déficit del presupuesto estatal está asociado con la próxima implementación de todo tipo de promesas por valor de miles de millones de shekels que el gobierno ha distribuido.
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El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich y el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
(Ynet)
Al mismo tiempo, no existen fuentes de financiamiento para su implementación en el presupuesto. Paralelamente a esto, desde principios de año se ha observado una tendencia a la reducción de los ingresos tributarios .
Según Ynet, el déficit presupuestario ronda actualmente los 10.000 millones de shekels y se espera que siga aumentando (hasta finales de 2022, el superávit era de unos 30.000 millones de NIS).
Una de las razones del aumento del déficit presupuestario es la reforma del servicio militar, en la que está previsto que la comunidad ultraortodoxa reciba la exención del servicio militar a partir de los 21 años, junto con este se incrementarán los pagos por servicio al personal y se agregarán beneficios.
Según los pronósticos preliminares, si se aprueba la reforma, su implementación requerirá entre 6 y 8 mil millones de shekels.
Actualmente, la reforma del servicio militar se está discutiendo en el ministerio del jefe de gobierno.
Además, el Ministerio de Defensa está preparando una solicitud de financiación presupuestaria adicional para las actividades operativas del ejército en el norte del país a la luz del aumento de las amenazas de Irán.
Los partidos ultraortodoxos tienen la intención de presentar demandas de un aumento en las asignaciones presupuestarias, además de los acuerdos de coalición que ya se han incluido en el proyecto de presupuesto 2023-2024.
El presupuesto estatal debe aprobarse a más tardar el 29 de mayo de 2023, de lo contrario, el gobierno caerá, la Knesset se disolverá y se anunciarán elecciones parlamentarias anticipadas.
El gobierno está tratando de impulsar un proyecto de ley que permitiría continuar el trabajo incluso si no se aprueba el presupuesto. La iniciativa está incluida en el programa general de reforma legal. Al mismo tiempo, como señala el autor, prácticamente no hay posibilidad de que antes de la adopción del presupuesto, la Knesset tenga tiempo de aprobar una ley que permita al gobierno continuar trabajando en ausencia de la principal ley financiera del país.
Gad Lior recuerda que el gobierno no puede darse el lujo de gastar más de lo que ya está aprobado en el presupuesto. Así, si necesita fuentes de financiamiento para programas que no están incluidos en el presupuesto, tendrá que secuestrar los presupuestos de los ministerios. El gobierno ya ha aprobado dos veces el secuestro del 1,5% y el 3%
El Ministerio de Hacienda teme que tendrá que recurrir tanto a subidas de impuestos como a recortes presupuestarios para lograr sus objetivos. Esto último afectará significativamente los servicios que el Estado brinda a los ciudadanos (salud, educación, seguridad social, etc.).
El Ministerio de Hacienda, entre otras cosas, está considerando la opción de aumentar el impuesto al valor agregado. Actualmente, es del 17% (en promedio, cada porcentaje aporta alrededor de 7 mil millones de shekels al tesoro público). El departamento financiero señala que Israel tiene uno de los impuestos al valor agregado más bajos en comparación con los países occidentales, donde el IVA alcanza el 19-25%.
Otra opción es introducir un impuesto de sucesiones.
El jefe del partido NDI , Avigdor Lieberman, ex ministro de Finanzas, comentó sobre los informes de un posible aumento de impuestos: "Prometieron bajar los impuestos, reducir el costo de vida y fortalecer la economía del país. El precio de la arrogancia, el desapego de la realidad y falta de profesionalismo del gobierno tendrá que ser pagado por la sociedad israelí, que sirve en las FDI y paga impuestos.
