Palestinos se amotinaron en el Monte del Templo el domingo, luego de las oraciones en la Mezquita de Al Aqsa.
La fuerza policial ingresó al recinto y arrestó al menos a dos de los alborotadores.
Fuentes médicas palestinas dijeron que otros nueve manifestantes resultaron heridos. La policía de Jerusalem informó había informado más temprano que tres autobuses fueron atacados a pedradas que causaron la rotura de ventanas y heridos leves entre los pasajeros.
"Las fuerzas policiales detuvieron a dos sospechosos y están buscando a otros", señaló la policía. Desde hoy (domingo), los judíos tuvieron permitido el ingreso al Monte del Templo bajo custodia policial.
Algunas de las personas que esperaban para entrar debieron esperar una hora a que la policía disolviera los disturbios y retirara las barricadas establecidas por jóvenes palestinos para entorpecer el ingreso de judíos al lugar.
La policía dijo que continuaría previniendo la violencia y permitiría a los fieles de todas las religiones la libertad de rezar en los lugares sagrados, en condiciones de seguridad.
El viernes, durante los disturbios, las fuerzas policiales de Jerusalem se enfrentaron con los palestinos y detuvieron a cientos de personas. La mayoría fueron liberados poco después y a muchos se les ordenó mantenerse alejados del lugar.
El accionar policial fue criticado por miembros del partido islamista Ra'am, que forma parte de la coalición gobernante, y por el grupo terrorista Hamás en Gaza, que amenazó a Israel con que la violencia contra los fieles musulmanes sería respondida con violencia desde la Franja de Gaza.
Las fuerzas de seguridad israelíes permanecieron en alerta máxima en Jerusalem y en otras partes del país, mientras judíos, musulmanes y cristianos celebran sus fiestas.