El ministro saliente de Economía, Avigdor Liberman, protestó este martes por lo que consideró concesiones de gran alcance por parte del partido Likud de Benjamin Netanyahu en las negociaciones gubernamentales con las facciones ultraortodoxas, y advirtió que cumplir con sus demandas conduciría a una "revuelta fiscal."
"La estimación mínima de lo que se les prometió en los acuerdos es de 20.000 millones de shekels (5.800 millones de dólares)", reveló Liberman.
"La financiación de instituciones que no enseñan materias básicas requeriría 6 millones de shekels (NIS) adicionales en el presupuesto. Estas promesas hechas a los partidos haredíes provocarán una revuelta fiscal", agregó.
Hasta ahora, el Likud llego a acuerdos con Otzma Yehudit, Noam y el Partido Sionista Religioso. Mientras tanto, Lls conversaciones con los partidos ultraortodoxos Judaísmo Unido de la Torá y Shas siguen en curso.
Liberman argumentó que, a pesar de los acuerdos recién firmados, el primer ministro designado Benjamin Netanyahu está dividiendo a los civiles en dos categorías: los que se educan, sirven en el Ejército y pagan impuestos; y los que no trabajan y no sirven.
"A día de hoy, hay en Israel un grupo de 175.000 estudiantes de yeshiva de entre 16 y 67 años, y el 90% de ellos no hacen nada", sostuvo el jefe de Yisrael Beiteinu.
"Se gastan miles de millones de shekels en obligaciones para con ellos que incluyen subsidios, comida y cuestiones adicionales", sumó.
Liberman añadió que "la gente está cansada de ser empujado alrededor," y que si bien no apoya una revuelta de impuestos, cree que algún tipo de resistencia es "simplemente inevitable".
Tras otra airada arenga contra Netanyahu y las facciones haredi, el ministro también atacó a Yair Lapid, y al ministro de Defensa, Benny Gantz.
"También tengo muchas críticas para Lapid y Gantz, que intentan quedar bien con los partidos haredíes", declaró. "Cuanto más nos acercamos a Shas y al Judaísmo Unido de la Torá, más nos alejamos de Dios... Esto no son negociaciones, es extorsión", manifestó.
Mientras tanto, el ministro de Justicia saliente, Gidon Sa'ar, instó al presidente Isaac Herzog a rechazar la petición de Netanyahu de ampliar su plazo para anunciar un nuevo gobierno.
"Netanyahu está tratando de resolver cuestiones personales y consideraciones de poca monta sobre la coalición entrante. La prórroga no es para eso", cerró.