Israel abolirá el requisito sobre el uso de máscara COVID-19 en la mayoría de los espacios interiores a partir de las 20 hs. del sábado, acordaron hoy (miércoles) el primer ministro Naftalí Bennett y el ministro de Salud, Nitzan Horowitz.
La decisión se produce en medio de una disminución persistente de los contagios en el país y está sujeta a la aprobación del Comité de Salud de la Knesset.
Sin embargo, el tapabocas seguirá siendo obligatorio para los portadores confirmados de coronavirus que se dirijan a la cuarentena y en lugares con alto riesgo de infección, como hospitales, residencias geriátricas o aviones.
El presidente del Comité de Constitución, Ley y Justicia de la Knesset, Gilad Kariv, recibió con satisfacción la medida y la calificó como "un paso importante en el camino de regreso a la normalidad".
“Esta decisión es una continuación de la política equilibrada y responsable que ha caracterizado la respuesta a la crisis del coronavirus en los últimos meses, como parte de un nuevo proyecto de ley elaborado por el Comité de Constitución'', señaló.
La nueva norma deja solo dos medidas pandémicas vigentes: el período de cuarentena de 5 a 7 días para casos confirmados en personas vacunadas o de 10 días para no vacunados; y el requisito de pasar un test de COVID-19 para los viajeros que llegan a Israel desde el extranjero.
Los funcionarios de salud también están pidiendo eliminar este último, citando el alto costo de la práctica contra sus escasos beneficios. Kariv pidió al gobierno reevaluar la necesidad de realizar pruebas y "ajustar la política israelí de acuerdo con lo que es aceptable en la mayoría de los países occidentales".