Fernando Simon Marman y Louis Har fueron rescatados de su cautiverio en Gaza durante este lunes, tras permanecer secuestrados 129 días.
A su regreso, en buen estado de salud pese a las malas condiciones, dijeron que estaban secuestrados por una familia de Rafah.
Según informó las FDI, las fuerzas especiales israelíes entraron en el segundo piso de un edificio en medio de un tiroteo con un gran número de terroristas, y con la cobertura de ataques aéreos, y pudieron ponerlos a salvo.
Durante su secuestro cocinaron para la familia palestina que los tenía cautivos. Además, los terroristas les preguntaron si eran judíos y ellos respondieron que eran argentinos, lo que dio pie a charlas sobre fútbol.
Además, contaron que a los dos les habían dado "algún tipo de medicina", quizá después de que Israel exigiera que se entregaran medicamentos a los rehenes. Los hombres liberados perdieron gran parte de su peso corporal y vivían principalmente a base de pan de pita y queso blanco.
"Pasamos hambre durante días", dijeron. No fueron golpeados pero volvieron "muy débiles".
En las últimas semanas, los hombres permanecieron en el mismo lugar de Rafah. Estaban dormidos cuando entraron las fuerzas israelíes y, hasta que se dieron cuenta de que estaban en manos seguras, creían que iban a morir.
Los israelíes no pudieron ver las noticias en todo el tiempo que estuvieron secuestrados, salvo una vez que pudieron ver una emisión de Al Jazeera, pero eran conscientes de las fechas. Louis, por ejemplo, recordaba los cumpleaños de sus hijos y nietos.
"Veo que están bien. Lentamente van asimilando lo que les ha ocurrido en los últimos cuatro meses", sostuvo a Ynet Gefen Sigal Ilan, sobrina de Fernando, que agradeció a las fuerzas de seguridad su heroísmo.
"Volvieron pálidos y delgados. No habían visto la luz del sol en cuatro meses, y es evidente. A los dos les encanta la buena comida, así que, con el tiempo, volverán a disfrutarla", agregó.
Idan Bejerano, yerno de Louis, dijo que los dos ya están planeando echar algo de carne a las brasas, como hacen los argentinos.
Clara Marman, que fue liberada en noviembre en el acuerdo de intercambio de rehenes, dijo en el momento de su liberación que cuando se despidió de su compañero Louis y de su hermano Fernando, ella también estaba en Rafah.
"Caminamos hasta que vimos una luz al final del túnel, de verdad. Había una escalera de 40 metros de largo con sus peldaños separados unos 50 centímetros", contó. "No me resultó fácil y sentí que ya no podía más, pero Louis me animó y me dijo que podía hacerlo. Cuando salimos del túnel había un taxi esperando y todos nos amontonamos en él y nos llevaron", relató.
La hermana de Clara, Gabriela Leimberg, y su hija, Mia, también fueron retenidas con ellas, junto con el perrito de Mia. Mientras que las tres mujeres fueron liberadas en noviembre, los hombres se quedaron atrás después de que los sacaran a todos de su habitación segura en Nir Yitzhak.
"Dijeron que éramos un paquete como familia y que nos iríamos juntos. Sin embargo, cuando comenzó el proceso, cambiaron a que sólo se trataba de niños y mujeres, y que los hombres se quedarían. Nos despedimos con abrazos. 'Sólo tres días más y volveremos a vernos', les dijimos porque estábamos convencidos de que las liberaciones continuarían. Nunca pensamos que todo se frenaría", manifestó Clara.
Clara sostuvo que a Louis no le daban sus medicamentos ni el respirador que necesita mientras duerme. Estaba cautivo sin sus gafas ni sus audífonos.
