"El aumento de los sucesos de seguridad y la continuación de las tensiones políticas en torno a la reforma judicial pueden aumentar el riesgo, provocar un endurecimiento del entorno financiero y pesar sobre el sentimiento empresarial y las inversiones en la economía israelí", advirtieron este miércoles economistas de la Organización de Países Desarrollados (OCDE) sobre la economía local.
Estas advertencias se producen en el marco de una previsión económica mundial y mientras Bezalel Smotrich, ministro isarelí se encuentra en la cumbre anual de la OCDE en París.
Aunque los economistas de la organización actualizaron la previsión de crecimiento para el mundo del 2,2% al 2,7% y para la OCDE del 0,8% al 1,4%, dejaron sin cambios la previsión de Israel para los dos próximos años en el 2,9% y el 3,3%, respectivamente.
La OCDE considera que los riesgos en la economía mundial podrían llevar a una previsión a la baja, con más posibilidades de que la situación se deteriore en comparación con la mejora de la situación futura: "La escalada del conflicto en Ucrania podría tener un impacto negativo en la economía a través de una menor demanda de los socios comerciales", agregaron en el informe.
Además, la OCDE cree que el crecimiento de la economía de Israel será superior al de los demás países desarrollados y sigue siendo superior a las previsiones de los demás organismos internacionales (empresas de calificación y el FMI). Según la organización, la debilidad del crecimiento se reflejará en una caída de las exportaciones y una fuerte desaceleración del consumo privado y las inversiones.
Sólo el consumo público (es decir, el presupuesto) crecerá más que antes. En consecuencia, se espera que la demanda agregada de la economía israelí se ralentice bruscamente y crezca sólo un 2,6%, frente al 7,3% del año pasado.
Los economistas de la OCDE describen un panorama de la economía israelí según el cual el consumo privado ha disminuido, la confianza de las empresas se ha debilitado y la tasa de ofertas de empleo sigue cayendo, especialmente en el sector de alta tecnología. Según la revisión, los ingresos fiscales se están ralentizando al tiempo que se modera el crecimiento, con varios factores que afectan a dichos ingresos, principalmente como consecuencia de la moderación de los precios inmobiliarios.
"La captación de capital por parte de las empresas de alta tecnología bajo considerablemente en comparación con los altos niveles de 2021 y principios de 2022, la debilidad del shekel y el mercado de valores que ha tenido un rendimiento inferior en comparación con el resto del mundo", añade la OCDE, pero subraya que el mercado laboral sigue siendo fuerte.
Los economistas de la organización están muy preocupados por el aumento de la inflación y subrayan que está por encima del objetivo, donde la inflación subyacente (inflación general sin alimentos ni energía) es muy alta.
La OCDE también se refiere a la política del gobierno que, según dice, fomenta el no empleo de los ultraortodoxos, escribiendo: "Hacer frente a los retos demográficos, relacionados con el aumento de la proporción de grupos de población con baja participación en el mercado laboral, es esencial para mantener el crecimiento futuro y la sostenibilidad fiscal (la capacidad de gestionar déficits bajos y frenar la deuda). Para ello será necesario determinar incentivos laborales adecuados, apoyar mejor a los padres que trabajan -incluso ampliando los servicios de guardería en las zonas desfavorecidas-, mejorar las cualificaciones en todas las etapas del ciclo de aprendizaje, así como facilitar la movilidad y proporcionar acceso a empleos y empresas de alta productividad".
