El año pasado fue el más mortífero en el conflicto israelí-palestino en casi dos décadas, y si el primer mes de 2023 es una indicación, algo mucho peor está por venir.
En lo que va del año, en un mes, siete israelíes y 36 palestinos han sido asesinados. Y, aunque ambas partes pueden reconocer los números, eso sería lo único en lo que están de acuerdo."Saludamos a nuestras instituciones y las actividades realizadas para vigilar nuestra resistencia popular y pacífica", expresó Nabil Abu Rudeineh, asesor principal del jefe de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas. "Pedimos más actividades para proteger a nuestro pueblo frente al terrorismo de los colonos [israelíes] y las fuerzas de ocupación", agregó.
En lo que respecta a los palestinos, están resistiendo pacíficamente, e Israel es el responsable del alto número de víctimas.
Sin embargo, ignoran el hecho de que la mayoría de los muertos eran militantes armados, mientras que algunas facciones palestinas se han apresurado a anunciar que provienen de sus filas. También establecen paralelismos entre las operaciones militares israelíes en Cisjordania y un ataque terrorista en Jerusalem oriental 36 horas después.
Israel, por su parte, considera que esos acontecimientos son completamente diferentes e insiste en que las operaciones militares, como la de Jenin, son necesarias.
"Estas operaciones se llevan a cabo sobre la base de inteligencia precisa para detener la amenaza de un ataque inminente", señaló el portavoz internacional del ejército israelí, el teniente coronel Richard Hecht.
"Un terrorista que ataca deliberadamente a civiles en una sinagoga es todo lo contrario", continuó. "El ataque del viernes por la noche es un ejemplo trágico de lo que sucede cuando no existe la inteligencia requerida para una operación".
"El ataque del viernes por la noche es un ejemplo trágico de lo que sucede cuando no existe la inteligencia requerida para una operación"
Entonces, ¿cómo se ve el futuro? No muy prometedor. La Autoridad Palestina de Cisjordania ha dudado en enfrentarse a los militantes en Nablus y Jenin que planean ataques terroristas, lo que significa que las incursiones israelíes nocturnas continuarán y con ellas, tarde o temprano, un alto número de víctimas palestinas.
Esto probablemente conducirá a más llamados a la venganza del lado palestino, un ciclo de violencia que no terminará pronto.