Al final del recuento de todos los votos, incluidos los 460.000 sobres dobles, el bloque de Netanyahu se sitúa en 64 mandatos, que se espera que den una clara victoria al presidente del Likud tras cerca de un año y medio en la oposición. El Likud fue fundado hace unos 30 años y desde entonces ha sido miembro permanente de varios cuerpos legislativos.
Estos son los resultados finales, aunque aún no son oficiales: Likud 32 escaños, Yesh Atid 24 escaños, Sionismo Religioso-Otzma Yehudit 14 escaños, Kajol Laban 12 escaños, Shas 11 escaños, Judaísmo de la Torá 7 escaños, Israel Beitenu 6 escaños, para RAM y Hadash-Ta 'al 5 mandatos cada uno y para el laborlismo, también 4 mandatos. Como se mencionó, el bloque liderado por Netanyahu tiene 64 mandatos, los partidos de la coalición actual 51 mandatos y Hadash-Ta'al 5 mandatos.
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Los socios políticos de Netanyahu para conformar nuevo gobierno.
(Alex Kolomoisky, Amit Shabi, Moti Kimchi, AFP)
Se espera que el presidente Isaac Herzog reciba los resultados finales y oficiales el 9 de noviembre, y luego tendrá una semana para consultar con las distintas facciones y otorgar el mandato para formar el nuevo gobierno a uno de los miembros de la Knesset. Si es que se produce ninguna sorpresa política, será Benjamin Netanyahu quien regresará para un sexto mandato como primer ministro de Israel.
La participación final fue del 70,6% y votaron un total de 4.793.641 israelíes. 29.947 de los votos fueron anulados por diversas razones. Para pasar el porcentaje de bloqueo, se tenían que recibir 154.820 votos y, de hecho, los partidos que no pasaron ese porcentaje recibieron 418.055 votos, la mayoría de ellos para Meretz y Balad. Ninguno de los dos superó el umbral.
A pesar de la esperada brecha relativamente grande en la Knesset entre el campo de Netanyahu y sus oponentes, en la práctica las elecciones fueron mucho más reñidas. Sin embargo, dado que Meretz (alrededor de 150.000 votos) y Balad (alrededor de 137.000 votos) no superaron el umbral, muchos votos se perdieron para los opositores de Netanyahu. Mientras luchaban por pasar el porcentaje de bloqueo, Yesh Atid ganó alrededor de 840.000 votos. “Actuó con arrogancia, y todo se derrumbó en el momento de la verdad”, afirman desde el campo de la centroizquierda.
Mientras tanto, la ministra de Transporte, Merav Michaeli, cargó las tintas sobre Yair Lapid y lo responsabilizó de la derrota, por haber prácticamente eliminado al laborismo y a Meretz de la contienda. También señaló que “el resultado es difícil. Hubo una batalla, y no se manejó bien. Dimos la lucha fuerte contra una coalición oscura y peligrosa para el Estado de Israel".
Mientras tanto, en el segundo bloque ya se ha iniciado el trabajo de montaje del gobierno. Anoche, Netanyahu instruyó a Yariv Levin, su colaborador cercano y número 2 en la lista del Likud, para iniciar las primeras conversaciones con los socios del gobierno emergente, las cuales se llevarán a cabo bajo un principio rector: la división de funciones, por un lado, y garantizar la estabilidad del gobierno, por el otro.
Como primer paso, el Likud planea reemplazar al presidente de la Knesset, con un representante que le responda. En el contexto de la gestión conjunta del presidente sionista religioso Bezalel Smotrich y el presidente de Otzma Yehudit, Itamar Ben-Gvir, bajo un sindicato técnico, las negociaciones se realizarán por separado, de modo que se realizará la división de funciones pero prometieron coordinarse entre sí.
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Isaac Herzog, presidente de Israel, la semana que viene deberá mandatar a un miembro de la Knesset para formar gobierno.
(Ynet)
Avi Maoz, jefe del partido Noam, que ocupa el puesto 11 en la lista unificada, también llevará a cabo negociaciones por separado con Levin. A diferencia de Smotrich y Ben Gvir, parece que no se espera que Maoz sea nombrado ministro. Maoz, quien ocupa el puesto 11 en la lista de Sionismo Religioso, es consciente de su situación política, dado que el bloque liderado por Netanyahu terminó con más de 61 mandatos.
