Naftalí Bennett, primer ministro de Israel, brindó una entrevista al diario Yedioth Ahronoth sobre sus primeros siete meses de gestión y defendió su gestión de la actual ola de coronavirus, provocada por la propagación de la variante Ómicron.
El mandatario destacó la rápida respuesta de Israel, uno de los primeros países que detectó la presencia de la cepa en su territorio. “La decisión de cerrar los cielos cuando apareció la Ómicron fue muy importante, nos dio un mes de margen”, respondió al medio hermano de Ynet, en referencia a su decisión de prohibir viajes a países del sur de África a finales de 2021.
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Bennett defendió su gestión de la pandemia durante los siete meses que lleva en el poder.
(Amit Shabi)
“Identificamos un fenómeno inusual inclusive antes de que lo hiciera el país en donde apareció la variante. Fui el primer líder mundial en hablar públicamente sobre la Ómicron, en ese momento la cepa del virus ni siquiera tenía nombre”, expresó Bennett. “No promoví bloqueos, a pesar de la presión del Ministerio de Salud y en contra de las políticas del gobierno anterior”, agregó.
Respecto a la lucha política interna en Israel, el primer ministro que desplazó del poder a Benjamín Netanyahu después de 12 años consecutivos afirmó con la formación de la actual coalición de gobierno, compuesta por ocho partidos que abarcan todo el espectro político, “fue la decisión más difícil y valiente que tomé en mi vida”.
“Exige más agallas que servir en el ejército, en donde al menos se obtiene algún reconocimiento”, comparó Bennett. “Sabíamos que nos exponíamos a un sinfín de piedras y flechas. Hay una maquinaria para sembrar odio que incluye estaciones de radio, televisión, miles de bots y grupos en redes que difunden noticias falsas para servir a los intereses de un hombre”, acusó, en referencia solapada a Netanyahu.
