En una conferencia de prensa realizada en Londres, donde el primer ministro se encuentra en visita oficial, Netanyahu dijo que "rendirse al rechazo" también conduciría a la negativa "del otro lado", el de los partidarios de la reforma judicial. "Están llenos de pasión y ojos malvados porque creen que vamos a destruir la democracia. Estoy tratando de encontrar una solución", señaló Netanyahu.
El primer ministro de Israel violó la ley al decir que se involucraría personalmente en impulsar el proyecto de reforma judicial, opinó la fiscal general Gali Baharav-Miara.
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Benjamín Netanyahu, al salir de Downing Street 10, tras su entrevista con el primer ministro británico.
(AP)
Ante la intensificación de las protestas contra los cambios propuestos, Netanyahu dijo el jueves que estaba dejando de lado todas las demás consideraciones y que haría "lo que sea necesario" para llegar a una solución.
El primer ministro israelí, quien está siendo juzgado por cargos de corrupción, opinó que le habían atado las manos, pero que una ley enmendada el jueves –para limitar las circunstancias en las que un primer ministro puede ser destituido– le dio más espacio para maniobrar.
Sin embargo, la fiscal general Gali Baharav-Miara, en una carta dirigida a Netanyahu, no estuvo de acuerdo.
"La situación legal es clara: debe abstenerse de cualquier participación en iniciativas para cambiar el poder judicial, incluida la composición del comité para el nombramiento de jueces, ya que dicha actividad es un conflicto de intereses", opinó Baharav-Miara.
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El primer ministro y la fiscal general, con diferencias de opiniones.
(Moti Kimchi, Shalev Shalom, Elad Gershgorn)
"Su declaración de anoche y cualquier acción que tome en violación de este asunto es ilegal y está contaminada por un conflicto de intereses", consideró Baharav-Miara.
La carta siguió a las advertencias anteriores de Baharav-Miara de que Netanyahu debe mantenerse al margen del impulso de su coalición para una revisión judicial debido a lo que ella considera un conflicto de intereses derivado de sus juicios.
En un mensaje distribuido por el partido gobernante Likud, una fuente anónima cercana a Netanyahu negó que el primer ministro violara cualquier ley o conflicto de intereses en su declaración y dijo que no tenía repercusiones en sus asuntos personales.
La fuente añadió que correspondía al primer ministro tratar de llegar a un amplio consenso durante un momento de crisis nacional que tiene implicancias para el país tanto a nivel nacional como en el extranjero.
La coalición religioso-nacionalista de Netanyahu ha estado buscando cambios en el Poder Judicial que le darían al gobierno influencia en la elección de jueces y limitarían el poder de la Corte Suprema para anular leyes.
Los defensores dicen que el plan frenaría la extralimitación de la Corte Suprema y restablecería el equilibrio entre las ramas del gobierno. Los críticos dicen que debilitaría los tribunales, pondría en peligro las libertades civiles y dañaría la economía.
El plan propuesto ha provocado semanas de protestas en todo el país y ha generado preocupación entre los aliados occidentales de Israel.