"El gobierno de unidad está avanzando para beneficiar a todos los ciudadanos del Estado de Israel"
Yair Lapid, líder de Yesh Atid
Los parlamentarios votarán el domingo 13 de junio para aprobar el nuevo gobierno creado la semana pasada por el líder de Yesh Atid, Yair Lapid, dijo el martes el presidente de la Knesset, Yariv Levin.
La votación se llevará a cabo en una sesión especial, ya que la Knesset normalmente no se reúne los domingos.
La medida marcará la salida del poder del jefe de gobierno Benjamín Netanyahu, el político que más tiempo ha ocupado el cargo de primer ministro en la historia de Israel, que ha criticado repetidamente a sus oponentes, cuya coalición formada por partidos de derecha, izquierda y centro y una facción árabe seguramente será aprobada el domingo por el Parlamento.
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Reunión de los líderes de los partidos que forman parte de la coalición negociada por Lapid.
(Raanan Cohen)
"¡Está sucediendo!", expresó Lapid en Twitter después del anuncio de Levin. "Gracias al presidente de la Knesset, Yariv Levin, por fijar la fecha de la inauguración para el domingo", añadió.
Los parlamentarios también votarán el domingo para reemplazar a Levin como presidente de la Knesset, probablemente por Mickey Levy (Yesh Atid), un exjefe de la Policía de Jerusalem.
Lapid manifestó que los acuerdos de la coalición se presentarán al menos 24 horas antes de la votación, tal como lo exige la ley.
"El gobierno de unidad está avanzando para beneficiar a todos los ciudadanos del Estado de Israel", sostuvo.
Si el nuevo gobierno gana el voto de confianza, que ya cuenta con una mayoría parlamentaria, prestará juramento el mismo día, lo que marcará el final de los 12 años de Netanyahu como primer ministro y será reemplazado por Naftalí Bennett, líder del partido derechista Yamina.
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Yair Lapid, de Yesh Atid (izquierda), Naftali Bennett, de Yamina (centro), y Mansour Abbas, de Raam, firman el acuerdo de coalición.
(Nawaf al-Nabari)
"He decidido votar por el gobierno de unidad. No es una decisión simple pero es necesaria en una realidad de inestabilidad gubernamental, crisis civil, discurso violento, sensación de caos y al borde de la guerra civil"
Nir Orbach, parlamentario de Yamina
Lapid informó al presidente Reuven Rivlin el miércoles pasado que él y Bennett habían logrado formar un gobierno mayoritario.
La nueva coalición incluye a Yesh Atid y Yamina, junto con el centrista Kajol Labán, los izquierdistas Meretz y Avodá, los derechistas Tikva Hadasha e Yisrael Beytenu y, por primera vez en la historia de Israel, un partido árabe: Ra'am.
Según el acuerdo de rotación alcanzado por Bennett y Lapid, el líder de Yamina será el primero en asumir como primer ministro, en tanto que el jefe de Yesh Atid lo sustituirá en el cargo después de dos años.
Bennett había instado a Levin, un leal a Netanyahu, a celebrar la votación de la Knesset este miércoles, y pidió al primer ministro que desistiera de cualquier esfuerzo por persuadir a los miembros de la nueva coalición de que desertaran para que el nuevo gobierno no logre asumir el poder.
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Manifestación en apoyo al nuevo gobierno. El cartel reza: "Derechistas e izquierdistas se niegan a ser enemigos".
(Moti Kimchi)
Netanyahu ha intentado en los últimos días desarmar la coalición, tratando de alejar de la misma a los parlamentarios de derecha que se sienten incómodos de compartir el poder con la izquierda y una facción árabe.
Uno de los objetivos del bloque de Netanyahu era el parlamentario de Yamina Nir Orbach, quien anteriormente había expresado su renuencia a apoyar al nuevo gobierno, pero que el martes anunció que lo respaldaría.
"He decidido votar por el gobierno de unidad. No es una decisión simple pero es necesaria en una realidad de inestabilidad gubernamental, crisis civil, discurso violento, sensación de caos y al borde de la guerra civil", expresó.
"He decidido poner fin al estancamiento en la política israelí", agregó Orbach, refiriéndose a las cuatro elecciones en dos años llevadas a cabo en Israel y al hecho de que probablemente hubiera tenido que celebrarse una quinta ronda electoral si Bennett y Lapid no hubieran alcanzado un acuerdo.
