Una fuente militar confirmó el martes a la agencia de noticias Reuters que "varios sitios militares" habían sido atacados durante la guerra con Irán. El funcionario, que habló bajo condición de anonimato, dijo que "muy pocos" sitios habían sido atacados y que seguían activos a pesar de los impactos.
La misma admisión del oficial de las FDI –que se negó a decir qué sitios militares fueron dañados o a dar más detalles sobre la gravedad de los daños– se produce dos días después de que el British Telegraph informara que los misiles iraníes alcanzaron directamente al menos cinco "instalaciones militares" israelíes durante la "guerra de 12 días". The Telegraph se basó en los datos de radar que recibió, señalando que el propio Israel no los informó, y que no se podía informar dentro de ellos a la luz de las estrictas leyes de censura militar.
Entre las bases, según el mapa publicado en el sitio web, se encuentran el campamento de Tziporit cerca de Nazaret, el campamento de Glilot y la base de Tel Nof. El informe británico no dijo si éstas fueron todas las bases que resultaron dañadas, y también dijo que en dos semanas los investigadores de la Universidad de Oregón publicarían una revisión más completa.
También dijo que el portavoz de las FDI se negó a comentar sobre el asunto, pero le señaló al periódico británico que "lo que podemos decir es que todas las unidades relevantes mantuvieron la continuidad funcional durante todo el tiempo".
Con el telón de fondo de los ataques a las bases, Ynet reveló ayer que durante los combates con Irán, las FDI operaron un "estado mayor en la sombra", que consistía en el subjefe del Estado Mayor, el general de división Tamir Yadai, generales de la reserva y otros generales de brigada, en caso de que el jefe del Estado Mayor, el teniente general Eyal Zamir, y miembros superiores del Estado Mayor fueran alcanzados.
El Estado Mayor de reemplazo no nació de una respuesta inmediata a las batallas, sino que se preparó de antemano como parte de los preparativos generales para una posible respuesta militar iraní a un ataque contra proyectos estratégicos: el programa nuclear y los misiles balísticos.
Los preparativos se agudizaron después de que la Operación León Naciente incluyera un asesinato selectivo del jefe del Estado Mayor iraní, el jefe de la Dirección de Inteligencia, el comandante de la Fuerza Aérea, el comandante de la Defensa Aérea y otros altos funcionarios, lo que llevó a evaluaciones de que Irán intentaría dañar al Alto Mando israelí en respuesta.
El Estado Mayor de reemplazo fue operado desde una ubicación confidencial, separada de la infraestructura de comunicaciones habitual, para garantizar la inmunidad contra los ataques cibernéticos y la intrusión física. Se planeó que la estructura funcionara solo en un escenario de "pérdida total de mando". Este escenario no se materializó, por supuesto, pero junto con el informe del Telegraph sí hubo intentos de atacar la base de Kirya en Tel Aviv con misiles de precisión y vehículos aéreos no tripulados. En un caso, un misil de precisión impactó cerca de la Torre Da Vinciy el Complejo Azrieli.