Grandes pilas de urnas, camiones que recorren el país, toneladas de papel en boletas y ajustes de última hora. El martes la sociedad israelí elegirá a su próximo gobierno y el centro de operaciones del Comité Electoral trabaja incansablemente para equipar a las 11.163 escuelas que recibirán a los votantes.
Una planta de tres hectáreas ubicada en el centro del país, que durante la mayor parte del año permanece desierta, funciona directamente como una fábrica. Allí millones de piezas diferentes se ensamblan meticulosamente, pero al mismo tiempo a toda velocidad, ya que la convocatoria a las segundas elecciones en un año sorprendieron a todo el país y exigieron que el operativo logístico se ejecutara a toda velocidad.
Para fines de mayo, cuando se disolvió la Knesset y se fijó la fecha de una nueva convocatoria a las urnas, los trabajadores de la planta todavía estaban ocupados contando el inventario de elementos sobrantes de las elecciones de abril. Con esa tarea pendiente y apenas 161 días por delante debieron prepararse para comenzar de nuevo.
"Nunca hubo dos campañas electorales tan cercanas. Siempre tenemos al menos un año para organizarnos y comprar insumos como urnas, cortinas, elementos de oficina, bolsas de plástico y otras herramientas que requieren contacto con muchos proveedores y tiempos de entrega que suelen ser largos", explica Yacob Harari, subdirector de la planta de operaciones.
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Después de la votación el Comité Electoral suele reciclar 250 toneladas de papel y cartón
(Palphot)
Mientras el Comité Electoral todavía no había completado los pagos de las elecciones de abril, el Estado tuvo que volver a licitar y contactar proveedores para una misión todavía más compleja. Y en ese sentido Harari agradeció la predisposición de las empresas contratadas: "No trabajan solamente para nosotros, pero les dejamos claro la importancia de la tarea y todos estuvieron comprometidos con la operación", destacó.
Con docenas de camiones entrando y saliendo cada día, el trabajo se pudo encarrilar. Tres semanas antes de las elecciones todo el equipamiento estaba en la planta y la mayor parte ya fue distribuido en los comités regionales. Pero, incansables, los operarios también se preparan para las tareas posteriores a las elecciones, en las que el centro logístico suele enviar a reciclaje 250 toneladas de papel y cartón.
