"No entiende la realidad", explica Ram Ben-Barak respecto a la política que ha desarrollado Benjamín Netanyahu en sus años de gobierno. A dos semanas de la tercera ronda electoral por la que atravesará el país en menos de un año, este exintegrante de los servicios de inteligencia y actual parlamentario de Kajol Laban abordó en exclusiva para Ynet Español las propuestas de su partido, al tiempo que rememoró sus años de Mossad, época en la que Buenos Aires sufriera los brutales atentados en la embajada de Israel y la AMIA.
Ben-Barak se enrroló en la agencia de inteligencia en 1984 y -tras escalar posiciones- llegó a ocupar la dirección adjunta del reconocido servicio israelí, habiendo servido previamente en la prestigiosa unidad Sayeret Matkal de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel). Su posterior incursión a la política se dio en 2018 a través de Yesh Atid, el partido liderado por Yair Lapid, que en la actualidad integra Kajol Laban. "Nosotros nos ocupamos de los verdaderos problemos y de las necesidades de la sociedad", señala Ben-Barak.
Consultado sobre la política de seguridad nacional, el actual parlamentario explica: "No es cierto que Netanyahu no tenga competencia en ese sentido. Esa es una imagen que él ha montado, pero que se aleja de la realidad. Hay una diferencia abismal entre esa imagen que ha creado el primer ministro con respecto a lo que verdaderamente sucede en el país".
"Veamos lo que pasa a nuestro alrededor: Irán ha salido del acuerdo nuclear, la situación en Gaza en estos últimos meses ha llevado a los habitantes del sur a ser víctimas permanentes de misiles y globos explosivos, y desde Israel no se observa una respuesta clara y contundente a estos acontecimientos".
Ben-Barak recuerda que en 2014, con Gantz como comandante en jefe de las FDI y Moshe Yaalon en el Ministerio de Defensa, "Hamás recibió un golpe estratégico". Sin embargo, "hoy observamos como Hamás se arma y se fortalece mientras los habitantes del sur son víctimas de esta situación. Netanyahu solo genera títulos mediáticos al amenazar a Hamás, pero no actúa en consecuencia y ni siquiera intenta mejorar la vida de nuestros civiles".
Kajol Laban -integrado por Yesh Atid, Telem y Josen LeIsrael- suele recibir por crítica por parte de los sectores de derecha que su único cometido se basa en el derrocamiento de Netanyahu. "Eso no es cierto", responde Ben-Barak. "La salida de Bibi no es nuestro único denominador común. Queremos generar beneficios reales para la población y acabar con la realidad que se vive hoy en las zonas fronterizas a Gaza. A su vez, coincidimos en que la frontera oriental de Israel debe estar delimitada por el Valle del Jordán".
"No hay discusión que el gobierno que formaremos después de la elección del 2 de marzo va a ocuparse de toda la sociedad, no será un gobierno sectorial. Tenemos que abordar temas que son fundamentales y que han sido descuidados en los últimos años. La salud necesita de la creación de nuevos hospitales, de que se mejoren los servicios ya existentes, y cuyas instalaciones puedan ser usufructuadas tanto por árabes, como por judíos laicos y religiosos de igual manera. También debemos mejorar el transporte público. No es concebible que en 2020 haya poblados a los que solo se pueda acceder en vehículos privados. Esto genera desigualdades y estamos comprometidos a generar un cambio en ese aspecto. Queremos cambiar el órden de las preferencias, vamos a hacer hincapié en los proyectos que verdaderamente son relevantes para la sociedad".
Los años de servicio para el Mossad han quedado en el pasado para Ben-Barak que ha demostrado su compromiso con la política nacional y hoy concentra sus esfuerzos en lograr que Kajol Laban pueda alcanzar el gobierno del país. Sin embargo, aún mantiene fresco el recuerdo de los atroces atentados que sufriera Argentina en la década del noventa.
Ben-Barak rememora que "en los 90' aún era un jóven agente en el Mossad. Hoy no tengo duda de que Irán estuvo detrás de los atentados de la embajada y la AMIA. Hasta hoy en día, Irán sigue siendo uno de los problemas más grandes a nivel de seguridad y aquellos brutales ataques fueron la demostración del peligro que genera este régimen a nivel mundial".
