El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, que había contraído coronavirus, murió a la edad de 65 años en el Centro Médico Hadassah Ein Kerem de Jerusalem. El alto funcionario palestino anunció el 9 de octubre que se había contagiado el COVID-19 y que estaba recibiendo atención médica en su casa. Nueve días después, su estado se deterioró y a solicitud de la Autoridad Palestina fue trasladado a un hospital en Israel, donde fue internado en la unidad de cuidados intensivos. Hoy (martes) el movimiento Fatah informó sobre su fallecimiento.
Desde el hospital manifestaron que "Erekat fue trasladado al hospital hace más de tres semanas. Tenía un trasplante de pulmón y había contraído coronavirus. Estaba siendo atendido en su casa de Jericó, y llegó a la institución en estado crítico. El funcionario recibió cuidados intensivos por los mejores especialistas de Hadassah. Desafortunadamente, su condición no mejoró y siguió siendo crítica, y finalmente falleció por un cuadro de insuficiencia multisistémica. El equipo de Hadassah comparte el dolor de su familia, seres queridos, amigos y el pueblo palestino".
La Autoridad Palestina ha declarado tres días de luto. El presidente palestino, Mahmoud Abbas, elogió al fallecido funcionario. "Erekat ha pasado su vida como un luchador y lideró las duras negociaciones por la defensa de Palestina, la causa palestina y a su pueblo. La partida de este hermano, amigo y gran guerrero es una gran pérdida para Palestina y nuestro pueblo. Lamentamos profundamente nuestra pérdida, especialmente a la luz de las difíciles circunstancias que enfrenta nuestra causa", expresó.
A lo largo de los años, Erekat había sufrido problemas de salud. En 2012, tuvo un infarto y fue hospitalizado en Ramallah. En 2017, inició un tratamiento en secreto en Israel debido a una enfermedad pulmonar grave (fibrosis pulmonar). En ese momento tenía dificultades para hablar y caminar, y utilizaba un tanque de oxígeno para respirar.
Después de un tiempo, tuvo que someterse a un trasplante de pulmón y entró en la lista de espera para ser operado en Israel o Estados Unidos. Debido a las críticas recibidas, Erekat decidió renunciar a la posibilidad de someterse al procedimiento en Israel, y finalmente fue trasplantado con éxito en el país norteamericano. Unos meses después regresó a la Autoridad Palestina.
Durante las últimas tres décadas, Saeb Erekat ha estado siempre presente en las altas esferas políticas de la Autoridad Palestina. Acompañó el proceso de paz con Israel, ya que lideró las negociaciones en las innumerables rondas de conversaciones que han tenido lugar entre las partes desde los días de Yasser Arafat hasta la actualidad.
Saeb Muhammad Saleh Erekat nació en 1955 como el sexto de siete hermanos de una familia adinerada en la ciudad de Abu Dis, cerca de Jerusalem, mientras estaba bajo soberanía jordana. Su padre era un empresario que vivió mucho tiempo en Estados Unidos.
A los 17 años se trasladó al país norteamericano, donde completó sus estudios académicos en relaciones internacionales y ciencias políticas en San Francisco, y finalizó un doctorado de resolución de conflictos en el Reino Unido. Luego regresó a Cisjordania, donde se desempeñó como profesor en la Universidad de an-Najah, en Nablus, mientras trabajaba como periodista para el periódico palestino Al-Quds. Estaba casado y tenía cuatro hijos.
La carrera política de Erekat comenzó en la Conferencia de Madrid de 1991, donde se desempeñó como subjefe de la delegación palestina. Luego participó en las conversaciones de Washington de 1992 a 1993. Un año más tarde, fue nombrado jefe del equipo de negociación palestino. Durante la década de 1990, Erekat fue elegido miembro del Consejo Legislativo Palestino como representante del distrito de Jericó, su lugar de residencia.
Erekat era muy cercano a Yasser Arafat y era considerado uno de sus leales. Por lo tanto, tuvo una importante participación en las conversaciones de Camp David en el año 2000 y en las negociaciones de Taba en 2001.
Tras la muerte de Arafat, Mahmoud Abbas se distanció de muchos de sus leales más cercanos, pero Erekat se mantuvo a su lado, e incluso lo fortaleció a lo largo de los años, convirtiéndose en una de las personas más cercanas e influyentes del actual presidente de la Autoridad Palestina. En 2009, fue elegido miembro del Comité Central de Fatah.
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El exprimer ministro israelí Ehud Barak (izquierda), el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton (centro) y el difunto líder palestino, Yasser Arafat, en Camp David en el año 2000.
(Archivo)
En el mismo año, Erekat también se convirtió en miembro del Comité Ejecutivo de la OLP, el organismo que administra la organización. En 2015, reemplazó a Yasser Abed Rabbo como secretario general del Comité Ejecutivo de la OLP y ocupó ese cargo hasta su muerte.
A principios de la década, Erekat sufrió un duro golpe a su reputación, luego de que el canal de noticias Al-Jazeera publicara una extensa investigación sobre lo sucedido en las salas cerradas entre los equipos de negociación israelí y palestino. La investigación se basó en documentos filtrados que revelaron acuerdos sobre importantes concesiones de los palestinos en Jerusalem Oriental y sobre relevantes compromisos asumidos por la parte palestina respecto del asunto de los refugiados.
Tras el escándalo, anunció su renuncia a su puesto como jefe del equipo de negociación. A pesar de esto, continuó dirigiendo las conversaciones con Israel.
Erekat hablaba inglés con fluidez y tenía una capacidad impresionante para hablar frente a una audiencia. Por este motivo, era quien solía realizar declaraciones a la prensa extranjera e israelí. A principios de la década, brindó varias conferencias políticas en Israel para explicar la posición de la Autoridad Palestina. Él era un amigo personal de la exministra israelí Tzipi Livni, quien dirigió el equipo de negociación del Estado judío durante años. Erekat también fue una figura popular entre las comunidades judías en el extranjero y brindó numerosas conferencias en diversas partes del mundo.
Sin embargo, Erekat era considerado uno de los críticos más mordaces y punzantes del gobierno israelí en lo que a su política hacia los palestinos se refería. Fue uno de los líderes del liderazgo palestino que se negó con vehemencia a reconocer a Israel como un Estado judío porque lo veía como una trampa relacionada con la cuestión de los refugiados y los árabes israelíes.
A pesar de su adhesión a una solución de dos Estados basada en las fronteras de 1967, en la última década había quedado claro que ya no creía en un proceso de paz con un gobierno encabezado por Benjamín Netanyahu. Por lo tanto, empujó a la Autoridad Palestina a la lucha diplomática para que la ONU reconociera un Estado palestino, firmó convenios internacionales, y presentó denuncias en la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra Israel.
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Saeb Erekat junto a Mahmoud Abbas para discutir el plan de paz de Estados Unidos en una reunión de la Liga Árabe en El Cairo a principios del 2020.
(EPA)
En los últimos meses, recibió varios golpes a nivel político debido al aislamiento sufrido por la Autoridad Palestina, al colapso de la iniciativa de paz árabe y a los acuerdos de paz firmados por Emiratos Árabes Unidos y Bahrein con Israel. La ofensiva saudita contra el liderazgo palestino también le causó un gran perjuicio, y se encargó de expresar su disgusto sobre este asunto en varias oportunidades.
Aunque Erekat tenía un estatus de alto nivel en el liderazgo palestino, nunca se lo consideró como un candidato viable para suceder a Mahmoud Abbas porque se lo percibía públicamente como una figura elitista y, por lo tanto, no tenía un amplio apoyo popular.
