La agencia de inteligencia de Israel, Mossad, obtuvo cientos de millones de equipos de protección y miles de dispositivos médicos como parte de un esfuerzo para combatir el coronavirus, detalló un informe interno obtenido por Ynet el martes.
El jefe del Mossad, Yossi Cohen, quien supervisó la operación, debía transferir el martes, en una ceremonia oficial, su autoridad sobre el centro de control de coronavirus al Ministerio de Salud.
Como parte de la disputa internacional por conseguir material médico que sobrevino al brote de COVID-19, Cohen se vio obligado a utilizar sus conexiones personales con países de todo el mundo, algunos sin vínculos diplomáticos con Israel, para conseguir el equipamiento vital. Según los informes de los medios, parte del equipo llegó de países no identificados del Golfo Pérsico.
En los últimos días, el Mossad comenzó la tarea de transferir la administración del material al Ministerio de Salud. Según el informe, la cantidad de equipos médicos obtenidos desde el inicio del brote incluye: 2.5 millones de gafas protectoras, con otras 5.5 millones que llegarán pronto; 80 millones de mascarillas quirúrgicas y 142 millones que arribarán próximamente al país; 1.3 millones de máscaras faciales tipo N-95 y 14 millones ya encargadas; 180 millones de guantes elásticos y más de 30 toneladas de desinfectantes.
A todo esto se suman al menos 1.300 respiradores artificiales y otros 4.700 que deberían llegar entre junio y octubre. 3.500 respiradores de fabricación israelí serán proporcionados al sistema de salud, por lo que para octubre los hospitales de Israel contarán con unos 10.000 artefactos adicionales.
El informe menciona también 4 millones de chalecos protectores y más de 2 millones de kits de prueba de coronavirus, la mayoría de los cuales llegaron de China y Corea del Sur.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, agradeció a Cohen y al Mossad durante una reunión que mantuvieron el domingo. “Hicieron algo extraordinario”, expresó. “Los resultados hablan por sí mismos”, agregó el primer ministro. “Todavía no sabemos qué nos deparará el futuro. Tenemos que aprovechar la experiencia que hemos adquirido en caso de necesitarla nuevamente. En nombre de los ciudadanos de Israel y en el mío también, les agradezco por su excelente trabajo”, concluyó Netanyahu.
