Miles de personas participaron este jueves por la noche en la "Manifestación de la Victoria" frente al complejo gubernamental en Jerusalén. La manifestación, como su nombre indica, llama a la "victoria total" en la guerra en la Franja de Gaza.
Itzik y Noa Bunzel, padres del sargento Amit Bunzel, que cayó en combate en la Franja de Gaza, dijeron en la apertura de la manifestación que "el primer ministro y el gabinete de guerra deben escuchar nuestro llamado y demanda de victoria total. Un colega cayó el 6 de diciembre. Unos días antes escribió en su diario, que nos fue entregado con sus pertenencias, que estaba orgulloso de ser un soldado de las FDI, y que "la sensación es que estamos en un movimiento histórico, y debemos terminarlo con una victoria aplastante". Estamos comprometidos a cumplir la voluntad de Amit y los demás caídos".
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Manifestación de la victoria frente al complejo gubernamental en Jerusalem.
(Amit Shabi)
Dirigiéndose a las familias de los secuestrados, los Bunzel dijeron: "Es difícil para nosotros imaginar la intensidad del dolor, la ansiedad y la angustia por la que están pasando. Les pedimos en este momento cargado y difícil en el que se están llevando a cabo negociaciones para la liberación de los rehenes, que no nos vean como enemigos, sino como hermanos, hermanos que están involucrados en una disputa por el amor de Dios, sólo sobre la cuestión de cuál es la forma correcta de liberar a nuestros hermanos. Acéptennos a nosotros, que tememos la pérdida de la disuasión israelí, la liberación de más Sinwars. No nos vean como enemigos cuando exigimos continuar la guerra y derrotar a Hamás. Somos hermanos".
El rabino Benny Kalmanson, cuyo hijo Eljanan Clemensohn, quien cayó en batalla el 7 de octubre mientras rescataba a los residentes del kibutz Be'eri, pronunció un discurso: "El 7 de octubre descubrimos que en el mundo ilustrado el asesinato de judíos puede ser legítimo, como se enseña en las universidades más prominentes del mundo que el asesinato de judíos depende del contexto. Aprendimos que hay un Holocausto legítimo, que hay pogromos legítimos. En la tierra de los asesinos al oeste de nosotros, en la comunidad nazi de Gaza –lo digo como investigador del Holocausto– sepan que el infanticidio, la violación de mujeres y el abuso de ancianos son legítimos en ese mundo. Saben que incluso en sus comunidades, si asesinas y abusas de los cadáveres, te ganas respeto y fama. Si el Estado de Israel no derrota este mal, el asesinato de niños y la violación de mujeres serán la ocupación más lucrativa en el mercado laboral de Gaza".
"Los secuestrados son queridos por todos nuestros corazones, todos rezamos todos los días por su rescate, y la única forma realista de hacerlo es demostrar a los asesinos de Gaza que si sus vidas son queridas para ellos, vale mucho la pena que traigan de vuelta a nuestros hermanos". Kalmanson también se refirió a Gilad Shalit: "Gran tipo, realmente era el hijo de todos nosotros, así que lo liberamos a cambio de cientos de asesinos. Recuerdo que, aunque me opuse al acuerdo, estaba emocionado, pero fue una sensación muy breve de felicidad. Los liberados, liderados por Sinwar, regresaron inmediatamente para hacer lo que quisieron. Perdí a mi hijo, no tengo fuerzas para decenas de miles de víctimas más si nos rendimos".
El general de brigada Dadi Simhi, cuyo hijo Guy cayó en batalla en el kibutz de Reim, se dirigió a los combatientes: "El Estado de Israel en un momento histórico a escala bíblica. El enemigo se esconde en los túneles y en cada encuentro es derrotado y vamos acumulando logros muy grandes. El norte de la Franja de Gaza se volvió llano y casi desierto, Khan Younis fue rápidamente desmantelado. Rafah espera ansiosamente su destino, ya conocido, y estamos creando una nueva zona de seguridad frente a la frontera. En los túneles hay un reto muy complejo, estamos acumulando logros importantes y gente de todo el mundo viene a aprender de nosotros".
Simhi agregó: "Estamos en una guerra de cruzadas. Es fatídico para la continuación de nuestro futuro, el futuro de nuestros hijos y el futuro del pueblo de Israel. Esta guerra, que se nos impuso después de la masacre y el fracaso del 7 de octubre requiere una victoria clara y total contra Hamas. Tal victoria incluiría la devolución de los rehenes. Presión militar. Él es el que acerca su regreso a casa. Tal victoria dejará claro que hay un precio duro, letal y muy caro para cualquiera que se atreva a dañar a nuestros hijos e hijas. Mis hermanos y hermanas, nos levantaremos, nos vengaremos y reconstruiremos nuestro país. El pueblo de Israel está vivo".
El Premio Nobel, profesor Israel Auman Nam, expresó a su turno: "El escenario se repite una y otra vez: la Guerra de los Seis Días, la Guerra de Desgaste, la Guerra de Yom Kippur, la Guerra de la Paz por Galilea, las Intifadas, el Segundo Líbano, el Escudo Defensivo, el Plomo Fundido, etc., etc., etc., y hoy, después de 100 años de violencia incesante, nos encontramos de nuevo en una guerra sangrienta, ¿por qué? Una de las razones es que nuestros supuestos amigos no nos dejan ganar. Biden nos está obligando a traer 150 camiones todos los días para ayudar al enemigo. Supuestamente ayuda humanitaria, pero en realidad irá directamente a los combatientes de Hamás, e incluso si se tratara de una ayuda humanitaria real, ¿quién habría oído hablar de ayuda humanitaria al enemigo en medio de una guerra?
"Sólo a nosotros nos piden ese comportamiento. Nunca ha habido tales cosas en ningún otro lugar del mundo. Pero una razón más importante es que nosotros mismos no nos permitimos ganar. Todo el país está lleno de carteles con el mensaje: tráiganlos a casa ahora, negocien ahora. Mi corazón está con las familias de los abducidos y con los propios abducidos, pero ¿de qué se trata esto? El fin práctico de la guerra y la liberación de miles de terroristas que seguirán matándonos. Este acuerdo significa rendición, derrota, una victoria aplastante del enemigo. Es un signo de debilidad que asegurará otros 100 años de guerra sin fin. Como se mencionó, mi corazón está con los secuestrados, pero también con todos los muertos y heridos en esta guerra y con sus familias, y con todos los muertos y heridos que vendrán como resultado de este estado de guerra interminable. Derrotemos al enemigo ahora".
La manifestación presentaba carteles que decían "Sólo la presión sobre Hamas traerá de vuelta a los rehenes", pero también una pancarta que decía "Solo la transferencia traerá la paz", y se distribuyeron volantes y se vendieron camisetas naranjas con el lema "Regreso a la Franja de Gaza".
Riki Oren, madre de dos soldados, le dijo a Ynet: "No queremos otro asalto. Queremos que Hamas salga de Gaza, incluso a costa de controlarlo". Vered Ansbacher, hermana del mayor Yehuda Cohen, expresó: "Debemos terminar el trabajo. Vinimos a dar fuerza y fortalecer a los soldados. No debemos detener los combates hasta que volvamos al control israelí de la Franja de Gaza". Con respecto a los secuestrados, dijo: "Entiendo las complejidades, rezamos por nuestros hermanos en Gaza todos los días, pero 'a cualquier precio' eventualmente conducirá a más secuestrados que aún no tienen un nombre o una foto, pero que vendrán".
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Un puesto de venta de camisetas con la leyenda "Retorno a la Franja de Gaza".
(Ronnie Green Shaulov)
