Finalizó la votación en Israel y a las 22 en punto, en el horario exacto en que cerraron las urnas, las principales encuestadoras televisivas del país emitieron los primeros sondeos en boca de urna.
Tal como se esperaba, el Likud liderado por el primer ministro Benjamín Netanyahu es el partido más votado y las encuestadoras le otorgan entre 31 y 32 de las 120 bancas en la Knesset. "Es una gran victoria para la derecha y el Likud", afirmó el mandatario a través de sus redes sociales.
El foco, sin embargo, está puesto en las posibilidades del Likud de encabezar una coalición de gobierno exclusivamente con partidos de derecha. Antes de conocer los primeros datos oficiales esa disputa asoma muy apretada: los partidos que apoyan abiertamente a Netanyahu suman entre 52 y 54 escaños, mientras que los opositores tendrían alrededor de 51.
El bloque de derecha contaría con el mínimo necesario de 61 escaños para conformar un gobierno, siempre y cuando sume a la alianza de derecha Yamina. Durante la campaña electoral Naftalí Bennett, presidente de la lista, se manifestó con reparos hacia Netanyahu y no aseguró su participación en una posible coalición con el primer ministro.
Por eso, según los primeros boca de urna en los que obtuvo entre 7 y 8 escaños, la postura de Yamina ser la clave del resultado electoral. "Haré solamente lo que sea bueno para todos los ciudadanos del Estado de Israel", afirmó desde su bunker electoral y marcó cierta distancia con Netanyahu que le ponen suspenso a las negociaciones de coalición. "Lo que fue, esta vez no será", advirtió el ex ministro de Defensa.
Ese escenario puede cambiar con el correr de las horas. De hecho, en las primeras horas del miércoles, los sondeos de la cadena Keshet le otorgaban al bloque de derecha, con Yamina incluido, un total de 58 mandatos, insuficientes para formar una coalición de gobierno.
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¿Tiene la llave de la coalición? El líder de Yamina, Naftalí Bennett, podría otorgarle los 61 escaños a Netanyahu.
(Oren Ben Hakoon )
Los sondeos ubican a Yesh Atid, con Yair Lapid a la cabeza, como la segunda fuerza política israelí con un margen de 16 a 18 escaños. El jefe de la oposición advirtió que todavía nada está dicho: "El bloque de los que nos oponemos a un gobierno de Netanyahu llega a 61 escaños, y Netanyahu no", afirmó.
Debajo de los dos partidos principales las estimaciones son muy parejas: diez partidos que ingresarían al parlamento oscilan entre 5 y 9 asientos. En ese pelotón de listas, los partidos que superaron sus expectativas son Avodá y Kajol Labán en la centro izquierda, y la alianza de derecha HaTzionut HaDatit (Sionismo Religioso), que cuenta en sus filas con elementos radicalizados: Itamar Ben Gvir y Avi Maoz se sentarán en el parlamento israelí por primera vez en sus carreras políticas. En principio Gideon Saar, desertor del Likud y fundador de Tikvá Hadashá (Nueva Esperanza), obtuvo menos bancas de las que indicaban las e
Esa paridad entre tantos partidos deja la puerta abierta a que el conteo oficial de votos provoque cambios en las especulaciones con las cuales los israelíes se fueron a dormir en la noche del martes. Las urnas ya cerraron, pero las elecciones en Israel recién empiezan.