Jerusalem fue golpeada por dos explosiones el miércoles por la mañana, una en la entrada occidental de la ciudad y otra en un cruce en el norte de Jerusalem, dejando como saldo un adolescente muerto.
Al menos 26 personas resultaron heridas en los ataques, incluidas varias en estado crítico.
El comunicado de la policía de Israel dijo que las explosiones ocurrieron con 30 minutos de diferencia en distintas paradas de autobús de Jerusalem y que se sospecha que se trata de un ataque palestino. Se dice que los artefactos explosivos probablemente se colocaron en bolsas cerca de las paradas y se detonaron de forma remota utilizando teléfonos celulares.
Poco tiempo después del ataque, la policía del distrito de Jerusalem inició búsquedas exhaustivas en las paradas de autobús y tren ligero, así como en otros lugares con grandes concentraciones de personas. Perros rastreadores, patrulleros y caballería policial participan en los registros, mientras que las fuerzas de seguridad intentan localizar a los terroristas que colocaron los explosivos.
"El objetivo es evitar la próxima explosión", dijo el comisionado de policía Kobi Shabtai. "Esto significa traer todas las fuerzas, no solo aquí, sino también a otras áreas. Podría ser un terrorista el que colocó los dos explosivos, o podrían ser dos. Todos los servicios de inteligencia se centrarán en este tema".
Los servicios de emergencia de Magen David Adom dijeron que fueron informados de la primera explosión a las 7:06 am. Seis personas fueron atendidas en el lugar, dos en estado crítico, dos en estado grave y dos en estado leve a moderado.
"Fue una tremenda explosión. Hay daños por todas partes", dijo a la radio del ejército israelí Yosef Haim Gabay, un médico que estaba en el lugar cuando ocurrió el hecho. "Vi gente con heridas sangrando por todos lados".
Poco después de que se informara de la primera explosión, se informó una segunda en el cruce de Ramot, en la parte norte de la capital. Se informó que tres personas resultaron levemente heridas por esquirlas como resultado de la explosión.
Itamar Ben-Gvir, legislador de extrema derecha de Otzma Yehudit, que había pedido la pena de muerte para los atacantes palestinos y que se convertirá en el ministro a cargo de la policía bajo el mandato del primer ministro electo Benjamin Netanyahu, dijo que el ataque le dio impulso para tomar una postura más dura con los atacantes palestinos. “Es hora de tomar una línea dura contra los terroristas, es hora de poner orden”, tuiteó.
El portavoz de Hamás, Abd Latif al-Kanou, saludó los ataques: "La ocupación sionista está pagando hoy el precio de sus crímenes y agresiones contra nuestro pueblo y la Mezquita de Al-Aqsa, y hemos advertido sobre esto en repetidas ocasiones. Nuestro pueblo no permanecerá en silencio ante esto, y la indignación de Al-Aqsa estallará y se extenderá en todas las regiones".
