En una nueva jornada de violencia y amenazas, el grupo terrorista Hamás aseguró este lunes que disparará aún más cohetes contra Tel Aviv si continúan los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Desde temprano, las facciones terroristas de Gaza lanzaron 190 cohetes contra comunidades israelíes. Al menos 25 de ellos cayeron dentro de la Franja.
Por otro lado, en horas de la noche tres misiles impactaron en la ciudad sureña de Sderot sin causar víctimas. Desde territorio del Líbano fueron lanzados seis cohetes, pero ninguno llegó a destino y explotaron dentro de territorio libanés, s
En contraofensiva, el ejército israelí asegura que atacó un centro de mando de los servicios de inteligencia interna de Hamás en el norte de la Franja, alegando que era utilizado por el ala militar del grupo. Poco antes del ataque, las FDI resaltaron que habían matado a cinco hombres cuando se preparaban para lanzar cohetes además de derribar un edificio de seis plantas.
El primer ministro Benjamín Netanyahu se reunirá con los altos mandos de los servicios de seguridad, el Consejo de Seguridad Nacional y las Fuerzas de Defensa de Israel para monitorear los posibles nuevos ataques contra Hamás y cómo reforzar las defensas de Tel Aviv, que volvió a ser amenazada por los grupos terroristas.
También está previsto que la Asamblea General de la ONU se reúna el próximo jueves para debatir sobre la situación en Gaza. Funcionarios israelíes dijeron que, debido a la mayoría de miembros pro-palestinos, es probable que se producirá una condena contra Israel. A diferencia del Consejo de Seguridad, Estados Unidos no tiene poder de veto en la Asamblea General y no puede impedir que se reúna.
El Mando del Frente Interior de las Fuerzas de Defensa de Israel ordenó que las escuelas situadas incluso a distancias de Gaza como Netanya permanecieran cerradas, al menos, hasta el jueves. Todo esto se da luego de que se confirmara la muerte de un alto comandante de la Yihad Islámica en la Franja de Gaza, que fue asesinado en un ataque con drones mientras llovían cohetes sobre las comunidades israelíes por séptimo día consecutivo.
Luego de un fin de semana agitado, el grupo terrorista respondió lanzando una andanada de cohetes contra Be'er Sheva, Ashkelon, Kiryat Malakhi y Ashdod, donde una vivienda sufrió un impacto directo y tres personas resultaron heridas. La respuesta del Ejército de Israel fue el ataque contra un coche en la parte occidental de la ciudad de Gaza donde al menos tres personas murieron.
A pesar de los crecientes llamamientos internacionales a un alto el fuego, no hubo señales de un final inminente de las hostilidades más graves en años entre Israel y el grupo terrorista que gobierna el densamente poblado enclave, donde viven 2 millones de palestinos.
La Unidad de Portavoces de las Fuerzas de Defensa de Israel dijo que atacó 35 objetivos de Hamás en 20 minutos, incluida una red de túneles terroristas subterráneos, uno de los cuales tenía 15 kilómetros de longitud. "El ataque forma parte de una amplia operación de las FDI para dañar significativamente la red subterránea de las organizaciones terroristas en la Franja de Gaza", dijo el Ejército, añadiendo que uno de los túneles estaba situado junto a un jardín de infantes.
Los últimos acontecimientos parecen haber inyectado más urgencia a los llamamientos de Washington a la calma. Según escribió en Twitter el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken: "Todas las partes tienen que rebajar las tensiones: la violencia debe terminar inmediatamente", después de que hablara con el ministro de Asuntos Exteriores de Egipto sobre la violencia en curso en Israel, Gaza y Cisjordania.
Mientras tanto, en el programa "Face the Nation" de la cadena estadounidense CBS, Netanyahu defendió otro ataque aéreo israelí realizado un día antes que destruyó un edificio de doce plantas donde tenían oficinas la agencia de noticias Associated Press y la cadena de televisión Al Jazeera alegando que la estructura albergaba la oficina de inteligencia del grupo terrorista, por lo que era un objetivo legítimo.
Hamás comenzó su asalto con cohetes el pasado lunes tras semanas de tensiones por un caso judicial de desalojo de varias familias palestinas en Jerusalem Este, y en represalia por los enfrentamientos de la policía israelí con palestinos cerca de la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam, durante el mes sagrado musulmán del Ramadán.