Benjamín Netanyahu logró convencer al último miembro de su gobierno que se resistía, el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir, de que detuviera el proceso legislativo de la reforma judicial y buscara un consenso.
La prórroga también estará supeditada a la creación de un cuerpo de guardia nacional que estará subordinado al ministerio de Ben-Gvir.
"El primer ministro Benjamín Netanyahu acordó con el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, que se concederá al Gobierno una prórroga hasta el próximo periodo de sesiones para aprobar la reforma mediante negociaciones, y al mismo tiempo se acordó entre ambos que, como medida para aumentar la gobernabilidad, en la próxima reunión del Gabinete se aprobará la creación de una guardia nacional dependiente del Ministerio de Seguridad Nacional", se pudo leer en un comunicado oficial.
Netanyahu tiene previsto dirigirse a la nación para anunciar la paralización del proceso legislativo. En un principio tenía previsto hacer una declaración a las 10 de la mañana, pero tuvo que posponer su discurso Otzma Yehudit amenazó con dimitir del gobierno.
El cambio de actitud se produjo tras una noche de encendidas protestas y disturbios en todo el país y una huelga general convocada por amplios sectores de los sectores público y privado, desencadenada por el despido del ministro de Defensa, Yoav Gallant, que dio la voz de alarma sobre las repercusiones del proceso legislativo unilateral en la seguridad de Israel.
Se dice que Netanyahu y sus ayudantes están formulando una declaración que podría incluir también una oferta de legislación de compromiso.
El ministro de Justicia, Yariv Levin, aliado incondicional del primer ministro y artífice del impulso legislativo, dijo que no dimitiría si el gobierno detiene la medida para evitar una crisis en el seno del gobernante Partido Likud.
"Como miembro del Likud, respetaré cualquier decisión. Todos debemos hacer todo lo posible para estabilizar el gobierno y la coalición", comentó Levin, insinuando a los socios de la coalición que no deben derribar a Netanyahu.
Mientras tanto, miembros de la oposición cuestionaron la autenticidad de las intenciones del primer ministro, y el presidente de Yisrael Beitenu, Avigdor Liberman, la calificó de "maniobra táctica".
"Salimos juntos, todos los miembros de la facción para animar a los manifestantes que vinieron de todo el país a la Knesset en Jerusalem", tuiteó.
"Desde esta mañana hemos estado escuchando y viendo mensajes que salían de la órbita de Netanyahu sobre detener la legislación. No es una decisión estratégica, sino una maniobra táctica, para abanicar y pacificar la protesta", agregó.
Entretanto, unos 70.000 manifestantes descendieron sobre la Knesset, mientras que en Tel Aviv los manifestantes bloquearon la autopista Ayalon, una de las principales vías de la ciudad, y se enfrentaron a la policía.
También hubo protestas de norte a sur en señal de indignación por la legislación y la destitución del ministro de Defensa, Yoav Gallant, después de que éste advirtiera del riesgo para la seguridad de Israel ante la negativa de muchos voluntarios de las fuerzas de reserva a servir a lo que consideraban un "régimen no democrático".
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Manifestantes se reúnen para una concentración masiva frente a la Knesset.
(Amit Shabi)
El sindicato mas grande de Israel anuncia una huelga general en medio del caos por la reforma
El jefe del principal sindicato de Israel -conocido como Histadrut- Arnon Bar-David, declaró una huelga general por la revisión judicial del gobierno y la última decisión del primer ministro Benjamin Netanyahu de despedir a su ministro de Defensa tras advertir de repercusiones para la seguridad nacional.
"No somos una República Bananera", sostuvo. "Perdimos el rumbo", declaró más tarde en una rueda de prensa en Tel Aviv, en la que añadió que el ministro de Defensa cesado, Yoav Gallant, debe ser restituido en su cargo.
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Manifestantes bloquean la autopista de Tel Aviv a última hora del domingo.
(Iris Lifchitz Kliger)
"Durante las últimas 12 semanas he hecho todo lo posible para detener la legislación, mediar y lograr una resolución, pero hay un límite al tiempo que podemos permanecer al margen", comentó Bar-David. "Nos enfrentamos a tiempos históricos y a una huelga general histórica en la que trabajadores y empresarios se den la mano antes de que caigamos en el abismo", añadió.
"Todos nosotros, de las alas izquierda y derecha del espectro político, estamos unidos como un solo frente", manifestó. "Somos soldados de un Israel democrático, nuestro país, que pertenece a todos sus ciudadanos que lo construyeron y lucharon por él. Anoche me encontré con gente en la calle, llorando lágrimas de verdad, llorando porque les han arrebatado el país", dijo.
A continuación dirigió sus palabras a Benjamin Netanyahu: "Detenga la legislación antes de que sea demasiado tarde", planteó.
La Histadrut se había negado hasta ahora a sumarse a las protestas, a pesar de los reiterados llamamientos y de que muchas empresas y empleadores permitían a su personal ausentarse del trabajo para participar en las marchas.
El sindicato de trabajadores de las Autoridades Aeroportuarias de Israel (IAA) anunció que suspendía todos los vuelos del aeropuerto internacional Ben Gurion en protesta por las medidas del gobierno.
Netanyahu convocó a los líderes de los partidos de su coalición antes de una declaración anunciada en la que se esperaba que dijera que detendría la controvertida reforma. El anuncio se pospuso mientras algunos socios de la coalición se indignaban ante la posibilidad de que se detuviera el impulso del gobierno para cambiar el sistema judicial.
Antes de que la comisión de Constitución, Derecho y Justicia de la Knesset aprobara, para su votación, el proyecto de ley que daría a la coalición nacionalista religiosa más control sobre los nombramientos de jueces, un legislador de la oposición cubrió al presidente con una bandera israelí en señal de protesta.
First published: 08:31, 27.03.23
