El entusiasmo en torno a los Acuerdos de Abraham, en particular la relación aparentemente floreciente entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, parece haber pasado a un segundo plano. Sucede que, desde la partida de Donald Trump, no se concretó ninguno de los proyectos económicos que tenía en carpeta Estados Unidos para reforzar los tratados e impulsar el comercio entre los países involucrados.
Según el diario en hebreo Globes, a pesar de que aparentemente apoya los acuerdos, Joe Biden se muestra reacio a asignar un presupuesto para el Fondo Abraham. Se trata de un compromiso de 3 mil millones de dólares para desarrollar una iniciativa destinada a promover la cooperación económica regional en el Medio Oriente. En la Casa Blanca no están del todo seguros de este plan y, por el momento, han congelado la transferencia.
Uno de los posibles obstáculos para la participación financiera estadounidense en los acuerdos es el enfoque de Biden en los problemas internos. Para apaciguar las consecuencias de la pandemia, desde Washington han llevado a cabo un plan económico récord, inyectando millones de dólares en la economía e impulsando planes de ayuda.
Ahora bien, el problema no solo es Estados Unidos. Desde la irrupción de las hostilidades del mes pasado entre Israel y Hamás en torno a la Franja de Gaza y la asunción de Naftali Bennett como nuevo primer ministro, la relación Jerusalem-Abu Dhabi sufrió algunos cortocircuitos.
Aunque el reciente viaje a los Emiratos Árabes Unidos del ministro de Relaciones Exteriores y primer ministro alterno Yair Lapid fue calificado de positivo por ambos gobiernos, el director de Yesh Atid aparentemente irritó a algunos empresarios emiratíes al no reunirse con ellos.
Otro punto potencial de división son los problemas de la licitación de privatización del puerto de Haifa, así como el acuerdo con Europe-Asia Pipeline Co. (EAPC) para llevar petróleo de los Emiratos Árabes Unidos a Europa. Fuentes diplomáticas de Abu Dhabi revelaron que esperaban que Israel, a pesar de su nuevo gobierno de coalición, cumpliera con los compromisos del ex primer ministro Benjamín Netanyahu.