En las últimas semanas la Autoridad Palestina (AP) intensificó sus preparativos para combatir una posible declaración de soberanía israelí en el Valle del Jordán y los asentamientos judíos de Judea y Samaria.
Las acciones de la AP incluyen diversos e intensivos reuniones y trabajos de campo en los últimos dos meses. En medio de fuertes restricciones de movimiento por el coronavirus que impuso el propio liderazgo palestino, estas acciones indican la seriedad que desde Ramallah le atribuyen a la posibilidad de que el primer ministro Benjamín Netanyahu cumpla con sus promesas de anexión.
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El liderazgo palestino analiza respuestas a una posible anexión israelí del Valle de Jordan y asentamientos judíos de Judea y Samaria.
(AFP)
Estas tareas se intensificaron en los últimos días debido al acuerdo de gobierno que firmaron Netanyahu y Gantz, que establece la posibilidad de cristalizar esta propuesta a partir del 1 de julio, y por el apoyo del gobierno de Estados Unidos a Israel en relación a este tema.
Funcionarios palestinos de alto rango le expresaron a Ynet que los trabajos de campo se realizan a diario, independientemente de la situación del coronavirus, y que "las reuniones se realizan de manera presencial y no a través de llamadas telefónicas para evitar filtración de contenido".
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"Queremos estar preparados para todos los escenarios", aseguraron desde la Autoridad Palestina.
(Reuters)
"Puede ser que el trabajo se haga y al final no ocurra nada, pero nos preparamos para todos los escenarios", aseguraron las mismas fuentes sobre las posibles acciones de respuesta a una anexión israelí. Por el momento, la amenaza más latente de los palestinos es que una anexión parcial o total conduciría a la ruptura de todos los acuerdos de seguridad con Israel, y a la cancelación del reconocimiento del Estado judío.
Una crisis de las relaciones le daría luz verde a las manifestaciones violentas en Judea y Samaria. En los últimos años esto ocurrió solamente cuando Estados Unidos reconoció a Jerusalem como capital de Israel, pero inclusive en esa oportunidad la situación no pasó a mayores debido al relativo bienestar económico de la población palestina. En esta oportunidad, la inestabilidad de seguridad y la crisis económica causada por el coronavirus podrían convertirse en un combo de violencia difícil de evitar.