El ministro de Salud, Yaakov Litzman, y su esposa fueron diagnosticados con coronavirus y se encuentran aislados, tal como indican las directivas de las autoridades de salud, manifestó su ministerio el jueves. Por este motivo, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, debió entrar en cuarentena nuevamente, sólo un día después de finalizar su primer período de aislamiento.
Otros importantes funcionarios también iniciaron la cuarentena correspondiente debido al contacto que mantuvieron con Litzman.
El jefe del Mossad, Yossi Cohen, se aislará en la sede del servicio de inteligencia durante tres días. Al jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Meir Ben-Shabbat, se le pidió que se aislara después de haber mantenido contacto con Litzman.
El director general del Ministerio de Salud, Moshe Bar Siman-Tov, se autoaislará en una instalación del centro médico Sheba, en Ramat Gan. El funcionario sostuvo que continuará manejando la crisis a través de "medios digitales".
Netanyahu se había aislado previamente después de que una de sus asesoras diera positivo por el virus, pero hasta el momento las pruebas del primer ministro han dado negativo.
Se estima que Israel podría establecer un paro total para contener el brote de la epidemia.
La gran comunidad ultraortodoxa de Israel, de la cual Litzman es miembro, ha sido particularmente afectada por el virus. En las primeras fases del brote, algunos rabinos habían rechazado o ignorado las restricciones al movimiento ordenadas por el gobierno, pero la resistencia a las directivas parece haber disminuido.
El miércoles, Netanyahu anunció restricciones al tránsito dentro y fuera de la ciudad predominantemente ultraortodoxa de Bnei Brak en un esfuerzo por frenar la propagación del coronavirus.
Israel ha reportado poco más de 6.000 casos confirmados de coronavirus, y 31 personas han muerto a causa del COVID-19.