Estados Unidos lleva por estos días a cabo conversaciones avanzadas para cerrar un acuerdo de defensa con Arabia Saudita. Su asesor de seguridad, Jake Sullivan, tenía previsto viajar al Golfo la próxima semana para reunirse con el príncipe heredero Mohammed bin Salman (MBS), y promocionar el acuerdo que está en las últimas etapas y que, según informes, debería firmarse en las próximas semanas.
Sullivan resultó herido en un accidente automovilístico, pero la actividad en torno al acuerdo continúa. "La gente pregunta, ¿por qué Netanyahu sigue retrasando la incursión a Rafah?", comentó un funcionario político israelí, "ésta (el posible acuerdo) es sin duda una de las razones", agregó.
Según fuentes de la administración estadounidense, el calendario es corto: las elecciones en EE.UU. se celebrarán en siete meses, y si el presidente Biden quiere disfrutar de los frutos de tal acuerdo, que también sentará las bases para la normalización con Israel, debe cerrarlo a más tardar a mediados de junio. El problema es que los saudíes ni siquiera aceptarán un anexo al acuerdo con Israel si la guerra en Gaza continúa con la misma intensidad.
"Para la firma de un acuerdo que también incluya a Israel es importante recordar todos los acontecimientos que se están produciendo durante la guerra y en el contexto de una escalada de tensiones entre Israel e Irán", planteó el político israelí que hablo bajo condición de anonimato.
En Washington ya se habla de una cumbre tripartita, con la participación de Biden, MBS y Netanyahu, que no fue invitado a la Casa Blanca desde el inicio de su mandato como presidente. Un funcionario estadounidense afirma que Ron Dermer y Tzachi Hanegbi pronto viajarán a EE.UU. para fijar una fecha.
Sin embargo, si el acuerdo incluye (como está previsto) alguna referencia a un Estado palestino, no será fácil para Netanyahu -tal vez incluso imposible- pasarlo a través del gobierno, que podría caer a causa de ello.
"No es seguro que sea malo para Netanyahu", dijo esta semana un miembro de la oposición, "si Bibi logra un acuerdo inicial de normalización con los sauditas y Smotrich y Ben Gvir renuncian, Israel no irá a las elecciones sobre la cuestión del 7 de octubre, sino sobre el acuerdo saudí", sostuvo.
Un alto funcionario de seguridad en Israel enfría el entusiasmo afirmando que las posibilidades de que los sauditas acepten avanzar durante una guerra son bajas: "Sabían que incluso si hubiera una tregua, sería temporal y luego iríamos a ocupar Rafah. Los estadounidenses realmente quieren que Israel sea parte de este acuerdo y todavía no perdieron la esperanza, nosotros también estamos interesados, pero para los sauditas es un problema mientras continúe la guerra en Gaza".
Esta semana, el periódico libanés Al-Akhbar, afiliado a Hezbolá, informó que Estados Unidos prometió a Egipto que "no habrá ninguna maniobra en Rafah antes de mediados de mayo". La promesa es válida incluso en el caso de que las negociaciones para la liberación de secuestrados fracasen.
Según el alto funcionario político, la razón es el intento de Netanyahu de darle una oportunidad al acuerdo saudita: "Esto es el clásico Bibi, a Netanyahu le gusta dejar todas las opciones abiertas".