Según un informe del Banco Mundial, en los últimos dos años la economía israelí mejoró su competitividad para hacer negocios y actualmente se ubica en el puesto 35 del ránking "Doing Business".
El índice resulta de la sumatoria de diferentes factores de desarrollo, como la burocracia exigida para la apertura de una empresa, el acceso a permisos de construcción, la presión tributaria y las facilidades para la obtención de créditos, entre otros.
De esos campos, el avance más significativo para Israel es el relacionado al pago de impuestos: en dos años el país pasó de ocupar el puesto 90 a ubicarse en el 13º. También destaca la posición israelí en cuanto a la protección de inversionistas minoritarios: 18º.
En cuanto al ránking general, tras escalar del puesto 54 al 49 el año pasado, esta vez el salto fue de 14 lugares hasta ubicarse en el 35º lugar, delante de Suiza y detrás de Azerbaiyán. De la primera a la 10º colocación, el índice es liderado Nueva Zelanda, Singapur, Hong Kong, Dinamarca, Corea del Sur, Estados Unidos, Georgia, Reino Unido, Noruega y Suecia.
"En los últimos dos años, a partir de un trabajo conjunto con el Contador General y la Autoridad Tributaria, responsables de la mayoría de los procesos medidos bajo el índice, avanzaron en reformas para reducir la burocracia y mejorar el entorno empresarial", destacó el Ministerio de Justicia tras la publicación del ránking.
A su vez Moshe Kahlon, el ministro de Finanzas, afirmó que "la mejora en el índice Doing Business en estos dos años es auspiciosa", y convocó a todos los ministerios del gobierno "a continuar el duro trabajo diario que permite mejorar la economía israelí."