Este jueves, Israel espera que la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adopte por unanimidad una resolución que rechaza y condena cualquier negación del Holocausto. Además, insta a todas las naciones y empresas de redes sociales a "tomar medidas activas para combatir el antisemitismo y la negación o distorsión" de la Shoá.
"Esperamos que se adopte por consenso", declaró el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, a varios periodistas el miércoles. Y agregó: "Si queremos que este organismo tenga éxito en la prevención del genocidio, debemos recordar lo que sucedió en el pasado y ese es el objetivo de la decisión de mañana".
Por otra parte, Erdan aseguró que con la muerte de muchos sobrevivientes del Holocausto y el amplio uso de internet, "este fenómeno peligroso de distorsionar e incluso negar el Holocausto se volvió muy común".
El proyecto de resolución elogia a los países que han preservado los campos de exterminio nazis y otros sitios del Holocausto e insta a los 193 países miembros de la ONU a "desarrollar programas educativos que inculcarán a las generaciones futuras las lecciones (...) para ayudar a prevenir futuros actos de genocidio".
A su vez, solicita a Naciones Unidas que continúe desarrollando e implementando programas destinados a contrarrestar la negación y las distorsiones de la Shoá. Incluso, busca movilizar a la sociedad civil para proporcionar hechos veraces sobre los delitos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Actualmente, Naciones Unidas tiene un programa de divulgación sobre el Holocausto. Además, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) tiene un programa educativo sobre lo acontecido entre 1939 y 1945 con el pueblo judío.
El organismo mundial tiene previsto votar este jueves 20 de enero sobre la resolución, que entre otros países cuenta con el firme apoyo de Alemania. Pero la fecha no es casualidad, ya que representa el 80 aniversario de la Conferencia de Wannsee, cuando los líderes nazis coordinaron los planes para la llamada "Solución final de la cuestión judía".
El resultado fue el establecimiento de campos de exterminio nazis y el asesinato de casi seis millones de judíos, lo que representa un tercio del pueblo judío. Además, millones de personas de otras nacionalidades, minorías y grupos objetivo fueron asesinados, según el proyecto de resolución.