A finales de esta semana, el miércoles precisamente, Benjamin Netanyahu tiene previsto reunirse con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en Nueva York, justo dos días antes de su esperado discurso frente a la ONU.
Aunque no se menciona explícitamente en el comunicado oficial, uno de los temas clave que se tratarán durante la reunión es la posible normalización de las relaciones con Arabia Saudita. A pesar de los informes que sugieren que está en el horizonte, Estados Unidos trató de enfriar el entusiasmo.
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Los dilemas detrás de la normalización entre Israel y Arabia Saudita.
(Amit Shabi/AFP/Reuters)
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, mencionó que el proceso aún tiene muchos detalles específicos que resolver, principalmente en lo que respecta a los palestinos, y aunque avanza, sigue siendo un reto.
Karen Elliott House, ex editora del Wall Street Journal, afirmó en un artículo de opinión publicado que el primer ministro israelí y el príncipe heredero saudí se habían reunido dos veces en secreto desde noviembre de 2020, cuando se informó por primera vez de la reunión entre Netanyahu y bin Salman.
Además, House destacó varios desafíos en el camino hacia un acuerdo, a pesar del optimismo en Israel y Arabia Saudita. Estos, incluyen encontrar concesiones que los palestinos tendrían que hacer para alinearse con los requisitos de Arabia Saudita, sin desestabilizar al gobierno de Netanyahu.
También implica conseguir que el Congreso de EE.UU. apruebe las exigencias saudíes en materia de seguridad y mantener a Irán "al margen" sin socavar los esfuerzos a través de sus grupos interpuestos.
En su artículo, House mencionó que fuentes de los tres países implicados confían en la capacidad de sus diplomáticos para descifrar el dilema.
Su objetivo común es alcanzar un acuerdo para enero, antes de que comience el proceso de elecciones presidenciales en Estados Unidos, o antes de que los terroristas intenten interrumpir las conversaciones.
Según Haus, los dirigentes palestinos presentaron una lista de exigencias "poco realistas", tal como las describen israelíes y saudíes. Por otra parte, según una fuente del reino saudí citada en el informe, Mohammed bin Salman realizó una encuesta entre los palestinos, revelando que sólo el 16% de ellos apoya a la Autoridad Palestina y a sus dirigentes, vistos como corruptos.
Por eso, la actual mayor amenaza para las aspiraciones regionales del príncipe heredero saudí es Irán, según se afirma en el artículo. Y la normalización con Israel podría reforzar esta sensibilidad.
Según House, los opositores podrían acusar a bin Salman de traicionar a los palestinos, y Teherán podría sentirse empujado a actuar. Además, citó a un funcionario saudí que dijo que el dilema actual es si Arabia Saudita se está abriendo a ataques terroristas por el bien del acuerdo de normalización.
Cabe señalar que el reino renovó sus relaciones con Irán en marzo tras años de hostilidad, sobre todo a raíz de los ataques de 2019 contra sus instalaciones petrolíferas que Riad atribuyó a Irán
