Los mataderos, habitualmente llenos de musulmanes palestinos que compran ovejas para la "fiesta de sacrificio" anual de Eid al-Adha, estuvieron casi vacíos esta semana, debido a que la crisis provocada por la pandemia está pesando sobre la economía de Cisjordania.
La Autoridad Palestina (AP) impus un bloqueo parcial sobre las áreas bajo su control para combatir un aumento de nuevos casos, obligando a muchas empresas a cerrar y elevando a un 18 por ciento, según estimaciones.
"¿Quién puede pagar (ovejas) exactamente para sacrificar?", se preguntó el comerciante de ganado Daoud Ebayat en un mercado en la ladera de Belén.
Según datos del ministerio, se vendieron alrededor de 115.000 ovejas y diez mil terneros durante Eid al-Adha en Cisjordania y Jerusalem Este el año pasado.
Este año, con mucha gente sin trabajo y empleados públicos con salarios reducidos a medida que la AP intenta superar una crisis financiera, los funcionarios locales dicen que las ventas de ovejas se han desplomado.
"Habrá una disminución, según algunos, de alrededor del 20% o más", comentó Tareq Abu Laban, funcionario del Ministerio de Agricultura palestino, y señaló que las cifras finales aún no estaban disponibles.
En Belén, muchos clientes regatearon con comerciantes en un mercado escasamente concurrido, con la esperanza de obtener un descuento sobre las ovejas que Ebayat dice que se venden por alrededor de 2.000 shekels (u$d 588) cada una. El ingreso mensual promedio en Cisjordania es de u$d 350.
Muchos compradores comparten animales más grandes, como vacas o camellos, con sus familias extendidas para administrar el costo antes del festival musulmán de cuatro días, que comienza este viernes 31.
Eyad Daraghmeh, que dirige un matadero en Al-Bireh, mostró los corrales vacíos para animales en su instalación en expansión como evidencia de las dificultades económicas de los palestinos.
"Estos cobertizos solían estar llenos de ganado para sacrificios, al menos había 6.000 disponibles para el sacrificio", dijo Daraghmeh. Detrás de él, un ternero solitario caminaba alrededor de un corral vacío.
Fawzat Rayyan, un criador de ganado en la ciudad de Naplusa, en el norte de Cisjordania, dijo que para esta época en un año típico ya habría vendido 120 animales. “Este año es apenas la mitad de ese número... el coronavirus nos está pesando”, añadió.
Los palestinos han reportado 75 muertes y más de 10.000 casos de COVID-19 en Cisjordania, la mayoría de ellos en los últimos dos meses.