El Servicio Europeo de Acción Exterior de la Unión Europea (SEAE) despidió recientemente a una trabajadora conocida como “Eva”, quien estaba sospechada de proveer información al Mossad, el servicio de inteligencia israelí. Sin embargo, la mujer negó las acusaciones y alegó persecución antisemita. Así lo revelaron la prestigiosa revista "Paris Match" y el diario belga "La Libre Belgique".
Según la sospecha de la Unión Europea, “Eva” actuaba como un “topo” que proveía información a los servicios de inteligencia de Israel y Turquía. Ella, por su parte, apeló al tribunal con la colaboración del ex juez de instrucción español Baltazar Garzón, y exigió que se limpiara su nombre.
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Una mujer denunció haber sido despedida de un organismo de la Unión Europea por motivos antisemitas.
(Imagen ilustrativa/Shutterstock)
El caso comenzó en 2013, cuando “Eva”, una funcionaria de la Comisión Europea que asumió el cargo en 1996, trabajaba en el Departamento de Medio Oriente del SEAE. Su supervisor sospechaba que había entregado información a agencias de inteligencia en Israel y fue transferida al Departamento de Turquía, donde despertó una sospecha similar.
Investigaciones internas del SEAE revelaron que "Eva" mantenía contactos con "diplomáticos israelíes reconocidos como miembros del Mossad", con diplomáticos turcos e incluso con una persona "con buenos vínculos con Rusia".
Si bien durante el proceso disciplinario iniciado en su contra se descartaron las sospechas graves, el comité concluyó que la conducta de “Eva”, que incluyó demoras, incumplimiento de instrucciones, contactos no autorizados y divulgación de información clasificada, constituía motivo suficiente para el despido.
"Eva" ha negado las acusaciones en su contra y declaró a través de un abogado que fue perseguida y discriminada por motivos antisemitas. Cuenta con la asistencia de informes que muestran que en el SEAE se han producido varios presuntos casos de discriminación, así como también abuso y acoso sexual.
El abogado de “Eva” agregó que "durante seis años mi cliente ha sido víctima de un trato discriminatorio por motivos antisemitas, primero acompañado de rumores y alusiones, y luego de acusaciones de espionaje y falta de lealtad que nunca han sido probadas".
La delegación de la Unión Europea en Israel respondió: "La señora Eva ha tenido muchas oportunidades de presentar sus reclamos, tanto en procedimientos internos como a través de un tribunal independiente y otras instituciones. Sus reclamos han sido rechazados sistemáticamente por las autoridades. El Servicio Europeo de Acción Exterior tiene una política de tolerancia cero en todo lo relacionado a la discriminación, el abuso y el acoso".
