El número de infectados diarios por el nuevo coronavirus en Irán ha descendido por cuarto día consecutivo, según datos oficiales publicados este sábado, cuando el país concluye un periodo de asueto de 15 días.
No obstante, el COVID-19 dejó 158 muertos en las últimas 24 horas, lo que eleva oficialmente a 3.452 el número de fallecidos por la epidemia en Irán, declaró el portavoz del Ministerio de Salud, Kianush Jahanpur, en una conferencia de prensa televisada.
Al mismo tiempo, la República Islámica registró 2.560 nuevos contagios, comunicó Jahanpur. Estos datos muestran una reducción de los nuevos casos diarios por cuarto día consecutivo, en relación con el pico de 3.111 infectados en un día alcanzado el 31 de marzo.
Desde el anuncio de los primeros casos en febrero, Irán, uno de los países más afectados por la pandemia, reportó un total de 55.743 casos, pero muchas personas sospechan que las cifras reales de contagios son mucho mayores.
El número de pacientes en estado crítico se eleva a 4.103, pero "la cantidad de curados aumentó en los últimos días", aseguró Jahanpur, quien señaló que 19.736 personas habían recibido el alta en los hospitales.
Este sábado concluyen las dos semanas de vacaciones por el año nuevo persa, pero Teherán, la capital, no ha recuperado su actividad normal. Los comercios continúan cerrados y hay poco tráfico, según periodistas de la AFP.
El presidente Hassan Rouhani pidió el sábado a la población que siga vigilante, bajo la amenaza de introducir nuevas restricciones.
Todos los centros educativos permanecen cerrados, así como cuatro centros de peregrinación religiosa, se han suspendido las oraciones colectivas de los viernes y el Parlamento también interrumpió su actividad.
