El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, inauguró el viernes el Mes de la Herencia Judía Estadounidense con una proclamación que elogia la "resistencia" que el pueblo judío ha demostrado a lo largo de los siglos.
"Los estadounidenses de origen judío han contribuido de innumerables maneras a la cultura y el carácter de nuestro país" desde 1654, cuando llegaron los primeros colonos judíos, destacó Trump. "Sostienen e inspiran a nuestro país a través de la dedicación a la familia, el respeto por las tradiciones y el compromiso con los valores de la justicia e igualdad que unen a los estadounidenses de todas las religiones y antecedentes"
El mandatario señaló que "trágicamente, los hombres, mujeres y niños judíos continúan enfrentando discriminación antisemita, persecución y violencia el día de hoy, y las instituciones y lugares de culto judíos siguen siendo blanco de vandalismo y destrucción", recordando el ataque del año pasado en la sinagoga de Poway, California.
“Tales actos desmesurados son una abominación para todas las personas decentes y compasivas. El odio es intolerable y no tiene lugar en nuestros corazones o en nuestra sociedad. Por lo tanto, debemos enfrentar enérgicamente la discriminación antisemita y la violencia contra los miembros de la comunidad judía", manifestó.
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El rabino de la sinagoga de Poway Yisroel Goldstein oficia el entierro de las víctmas del ataque
(AFP)
Trump también hizo hincapié en que Estados Unidos "nunca comprometería su firme apoyo a la comunidad judía".
El mes de la herencia judía estadounidense fue proclamado por el presidente estadounidense George Bush en 2006. La medida se produjo gracias a los esfuerzos del Museo Judío de Florida y la Comunidad Judía del Sur de Florida, así como del senador republicano Arlen Specter.
Desde entonces, los presidentes de los Estados Unidos emitieron sus declaraciones el 1 de mayo, en conmemoración de los logros de la comunidad judía de los Estados Unidos.