Este miércoles el abogado británico Karim Khan, de 51 años, quien se destacó como abogado defensor internacional, comenzará un mandato de nueve años como fiscal principal en la Corte Penal Internacional (CPI). El letrado hereda las investigaciones abiertas por su predecesora Fatou Bensouda en Gaza, Afganistán, Myanmar y Filipinas .
Actualmente, la Corte Penal Internacional se está ocupando de 14 investigaciones en toda regla y ocho exámenes preliminares. De este modo, Khan será observado de cerca mientras asume estas responsabilidades, a las que se oponen naciones como Israel, Estados Unidos y Rusia.
"Está heredando demasiadas situaciones, no hay forma de que puedan investigarlas a todas", dijo Kevin Heller, profesor de derecho internacional en la Universidad de Copenhague. "De hecho, varias investigaciones serán muy difíciles de continuar, sino imposibles", agregó.
Sin embargo, el profesor también dijo que Khan es el "forastero" que la fiscalía realmente estaba buscando. "Se necesita un poco de destrucción creativa, se necesita rotación en los puestos superiores, se necesita un nuevo fiscal con un nuevo conjunto de perspectivas para cambiar las cosas", añadió.
Durante la administración de Donald Trump, Bensouda enfrentó varias sanciones. El expresidente estadounidense se opuso a su decisión de examinar las acusaciones de crímenes de guerra en Afganistán y presuntas atrocidades en Gaza y Cisjordania por parte de tropas israelíes.
Khan no respondió a una solicitud de entrevista, pero dijo al blog legal Opinion Juris en marzo: "Es importante ser realista sobre lo que puede lograr el tribunal. El peor escenario sería intentar hacerlo todo y terminar sin hacer nada", aseguró, ya que eso erosionaría la credibilidad de la justicia penal internacional a los ojos del público.
Khan fue anteriormente jefe del equipo de investigación especial de las Naciones Unidas que investiga los crímenes del Estado Islámico en Irak. En ese sentido, el mes pasado le dijo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que su equipo había encontrado "pruebas claras y convincentes de que los crímenes contra el pueblo Yazidi constituían claramente un genocidio".
En una entrevista con Reuters el mes pasado, Bensouda dijo que la prioridad de Khan debería ser "obtener el apoyo de los partidos estatales y de los no miembros del tribunal". A su vez, instó al británico a no dejarse llevar por ataques personales, críticas o incluso elogios.
En la CPI, Khan se enfrenta a presiones tanto externas como internas. El año pasado, una revisión de un experto independiente criticó una "cultura del miedo" en la oficina del fiscal y pidió reformas para mejorar el entorno laboral.