Los primeros informes sirios indicaron que al menos siete personas murieron en el ataque atribuido a Israel en Damasco sucedido en la noche de ayer. Según especificó el Centro de Monitoreo, una organización que opera en Londres y cuyos informes se consideran relativamente creíbles, fueron asesinados tres soldados del ejército sirio, al menos dos de los cuales eran oficiales, y cuatro oficiales de la Guardia Revolucionaria iraní.
La misma fuente de información señala que los misiles que llegaron hasta Damasco partieron desde los Altos del Golán y el sur libanés. Una fuente militar local aseguró que algunos de los proyectiles fueron derribados por el sistema defensivo de ejército sirio.
El objetivo del ataque ocurrido en la noche de ayer, poco antes de la medianoche, eran los depósitos de armas iraníes alrededor del aeropuerto de la capital siria.
Se trata de un área que ya fue atacada en otras oportunidades, también en operaciones atribuidas a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), y ocurre un día después de que un avión Boeing 747 sospechado de trasladar armas iraníes hacia Hezbollah realizara un rápido vuelo ida y vuelta desde Teherán hacia Damasco.
Hace una semana, poco después del aterrizaje de otro avión de este tipo en Damasco, se produjo un ataque en el que murieron 23 personas, entre ellos varios milicianos pro iraníes. Tras el ataque Rusia responsabilizó a Israel por el episodio y lo acusó de haber estado a punto de impactar a un avión civil durante el operativo.
El primer ministro Benjamín Netanyahu brindó una entrevista a Haifa Radio durante la mañana de hoy, y se desentendió de lo ocurrido: "No sé lo que sucedió por la noche, tal vez fue la Fuerza Aérea belga".
En el inicio de la semana, durante un acto de campaña electoral, el primer ministro sí había reconocido determinadas acciones en Siria: "Irán no logró lanzar un satélite y tampoco entregan armas a Siria y Líbano porque estamos operando constantemente allí, inclusive en estos días", contó sin especificar más detalles.
