El martes por la tarde se produjo una explosión en la ciudad de Qana, en el sur del Líbano, un área considerada como bastión de la organización terrorista Hezbollah. La agencia de noticias Reuters informó citando fuentes de seguridad que el incidente tuvo lugar en el depósito de armas del grupo chiíta y fue causado por un "error técnico". En imágenes tomadas en el lugar del hecho se observa humo elevándose sobre la ciudad. Hay informes de víctimas.
La ciudad donde ocurrió la explosión se encuentra a unos 50 kilómetros al sur de Beirut, y los residentes que viven cerca de la misma manifestaron que sintieron que el suelo tembló durante la explosión. Según informes en el Líbano, los miembros de Hezbollah se acercaron inmediatamente a la zona y bloquearon el acceso a ella.
El canal de televisión Al-Jadid señaló que la información preliminar indica que la explosión tuvo lugar en una casa perteneciente a Hezbollah, en tanto que la emisora MTV respaldó el informe de Reuters asegurando que el estallido se produjo en un depósito de armas.
Según el informe de MTV, la explosión causó una gran destrucción e incendios en edificios y vehículos cercanos. La red a-Nahar también afirmó que el incidente se produjo en un apartamento perteneciente a Hezbollah.
Poco después de la explosión, una fuente de la Oficina de Información de Hezbollah afirmó que el incidente tuvo lugar en un centro para la recolección de armas abandonadas de la Segunda Guerra del Líbano y minas. La misma fuente rechazó los informes de que la explosión fue un intento de eliminar a un miembro de alto rango de la organización.
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Ciudadanos libaneses observan el humo que se eleva tras la fuerte explosión en el sur del país.
El hecho se produjo en un momento muy delicado en el Líbano: a principios del mes pasado, casi 200 personas murieron y más de 6.500 resultaron heridas por la explosión de una gran cantidad de nitrato de amonio almacenado en el puerto de Beirut.
Tras la explosión en el puerto de la capital libanesa, se ha intensificado el debate en el país respecto de las enormes reservas de armas que esconde Hezbollah en el Líbano y el peligro que éstas representan para los ciudadanos. El líder de la organización terrorista, Hassan Nasrallah, se apresuró a negar que su movimiento tuviera alguna responsabilidad en la tragedia de Beirut y afirmó que no almacena armas en el puerto.
Después de la explosión, el gobierno libanés dimitió. En estos momentos, el país, que sufre de una inestabilidad política crónica, intenta formar un nuevo gobierno.
El presidente Michel Aoun expresó que su país necesitaba "un milagro" para establecer un nuevo gobierno.
El Líbano también está hundido en una profunda crisis económica, que se ha prolongado desde los días previos a la pandemia.
