Omán acogió con satisfacción la decisión de Bahrein de normalizar las relaciones con Israel y espera que el acuerdo contribuya a la paz entre israelíes y palestinos, informaron el domingo los medios estatales de Omán.
Bahrein se convirtió el viernes en el segundo país del Golfo en normalizar los lazos con Israel después de que Emiratos Árabes Unidos lo hiciera hace un mes.
"El sultanato espera que este nuevo camino estratégico tomado por algunos países árabes contribuya a lograr una paz basada en el fin de la ocupación israelí de tierras palestinas y en el establecimiento de un Estado palestino independiente con Jerusalem Oriental como capital", reza el comunicado del gobierno.
El ministro de Inteligencia israelí, Eli Cohen, había afirmado días después de que se anunciara el acuerdo israelo-emiratí el 13 de agosto, que Omán también podría formalizar lazos con el país. El sultanato, por su parte, celebró las decisiones de Emiratos y Bahrein, pero no ha realizado comentarios sobre sus propias perspectivas para normalizar el vínculo con el Estado judío.
En 2018, el primer ministro Benjamin Netanyahu visitó Omán y discutió iniciativas de paz en el Medio Oriente con el entonces líder omaní, el sultán Qabus bin Said Al Said.
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Netanyahu y el entonces sultán de Omán, Qabus bin Said Al Said, durante la visita del primer ministro al país del Golfo en 2018.
(Ynet)
En una región turbulenta, Omán se ha mostrado neutral. Ha mantenido relaciones amistosas con una variedad de actores regionales, incluidos Estados Unidos e Irán, dos países enfrentados.
Después de que se diera a conocer la noticia del acuerdo de normalización con Bahrein, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elogió el tratado. "Nuestros dos grandes amigos, Israel y el Reino de Bahrein, alcanzaron un acuerdo de paz. Es el segundo país árabe que hace la paz con Israel en 30 días.", expresó en las redes sociales.
Emiratos y Bahrein se convierten así en el tercer y cuarto país árabe, respectivamente, en establecer relaciones diplomáticas con el Estado judío, después de que Jordania (1994) y Egipto (1979) firmaran tratados de paz que pusieron fin al estado de guerra con Israel.
Irán acusó con vehemencia a Manama el sábado de alimentar la inestabilidad en la región, un día después del anuncio del acuerdo de normalización entre Bahrein e Israel.
Irán ha criticado el acercamiento entre el pequeño archipiélago del Golfo y el Estado judío.
"Los gobernantes de Bahrein serán a partir de ahora cómplices de los crímenes del régimen sionista, como una amenaza constante a la seguridad de la región y el mundo musulmán", manifestó el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní.
Cercana a Teherán, la organización terrorista libanesa Hebzollah denunció el acuerdo como "una gran traición" y "un doloroso golpe en la espalda del pueblo palestino".