Máscara en la cara y chaqueta naranja flúo, Moayad Samha acerca un termómetro a la frente de un conductor. Este palestino no es ni policía ni socorrista, sino voluntario en uno de los numerosos puestos de control improvisado que bloquean la entrada a las aldeas en Judea y Samaria.
En un intento por detener la propagación del nuevo coronavirus, que infectó a unas 250 personas en el territorio, las autoridades palestinas impusieron un confinamiento durante varias semanas.
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Con mascarillas y chaleco amarillo, los voluntarios palestinos controlan la entrada a las aldeas de Judea y Samaria.
(AFP)
Sin embargo, debido a la limitación de los presupuestos, la policía palestina no puede vigilar eficazmente que se cumpla el régimen de confinamiento.
En consecuencia, los ciudadanos decidieron hacerse cargo del tema. A la entrada de Ein Yabrud, pueblo en el centro de Judea y Samaria, todos los conductores son detenidos.
Cinco voluntarios, entre ellos Moayad Samha, verifican sus documentos personales y del vehículo. Algunos conductores, procedentes de sectores en los que se han detectado numerosos casos de coronavirus, no irán más lejos.
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Con mascarillas y chaleco amarillo, los voluntarios palestinos controlan la entrada a las aldeas de Judea y Samaria.
(AFP)
A otros se les toma la temperatura. Si es alta, se les pide que aguanten la respiración durante 10 a 15 segundos, de acuerdo con las recomendaciones del Ministerio de Salud. Y si tienen dificultades para permanecer en apnea, los responsables de Ramallah son llamados para que realicen una prueba de detección de coronavirus.
"Tratamos de detectar el virus tanto como sea posible con nuestros medios, que son limitados", explica Samha, abogado de profesión, a la AFP.
"A algunos conductores se les permite entrar en la aldea para hacer compras, pero otros son rechazados", comenta Mohamed Hawih, que supervisa el retén.
Hasta ahora no se ha detectado ningún caso en Ein Yabrud, pero hubo varios en la aldea vecina de Dair Jarir.
Las autoridades aprueban estas iniciativas ciudadanas, importantes para luchar contra la propagación de la pandemia, según un portavoz del Ministerio del Interior de la Autoridad Palestina.
Sin embargo, en los últimos días han aparecido nuevos casos en aldeas y campamentos de refugiados alejados de las principales ciudades, según Hawih.
Las autoridades aprueban estas iniciativas ciudadanas, importantes para luchar contra la propagación de la pandemia
En la aldea de Dura Al Qara, aledaña a Ein Yabrud, los voluntarios llevan un uniforme amarillo con el nombre del municipio. Cuando llega un camión, los jóvenes comprueban la identidad del conductor, su origen y su destino, le piden que abra la puerta trasera e inspeccionan el interior del vehículo antes de dejarlo pasar.
Están buscando posibles trabajadores palestinos procedentes de Israel, porque miles de ellos han regresado a Judea y Samaria en los últimos días y deben permanecer en cuarentena en sus hogares.
Con más de 9.000 contagios registrados oficialmente en Israel, muchos palestinos temen que el retorno de estos trabajadores sea sinónimo de una aceleración de la propagación en el territorio.
"Oímos mucho sobre los trabajadores de Israel, algunos están infectados, otros no", afirma Abdul Rahman Husein, a la entrada de Dura Al Qara, poblado hasta ahora sin contagios. Por el momento, informa, al cooperar con las aldeas vecinas, "hemos detenido a cuatro enfermos" que no querían someterse a la cuarentena.