Rusia ha estado presionando recientemente a Israel para que reconozca la vacuna que ha desarrollado contra el coronavirus, Sputnik V, al igual que ha reconocido las vacunas de las farmacéuticas Pfizer y Moderna.
Los rusos están presionando para que Israel reconozca la vacuna debido al hecho de que los ojos del mundo están puestos en el Estado judío, el país donde se desarrolla la campaña de vacunación más avanzada del planeta. La solicitud rusa se ha presentado en reiteradas oportunidades. De hecho, en el acuerdo alcanzado para liberar a una mujer israelí que había cruzado la frontera hacia Siria, Israel se comprometió a financiar con alrededor de 1,5 millones de dólares la compra de vacunas Sputnik V que fueron transferidas a Siria.
Israel ha dejado en claro a los rusos que no brinda ningún reconocimiento especial a las vacunas desarrolladas en el exterior y obliga a todas las personas que llegan a Israel, como los nuevos inmigrantes vacunados con la Sputnik V, a q se sometan a una prueba serológica. También aquellos que fueron inoculados con las dosis de Pfizer y Moderna en otro país deben someterse al chequeo serológico para quedar exentos del aislamiento domiciliario.
Rusia fue el primer país del mundo en introducir una vacuna contra el coronavirus, en agosto pasado, pero el desarrollo fue recibido en todo el planeta, incluso en Rusia, con gran escepticismo y se plantearon preocupaciones respecto de su seguridad y efectividad. Sin embargo, hace seis meses hubo una creciente demanda en el mundo de la Sputnik V y varios países están en conversaciones con los rusos para comprarla.
La creciente demanda de la Sputnik V también se debe a las dificultades de las empresas occidentales para entregar rápidamente millones de dosis. Varios países de Occidente se interesaron en la vacuna rusa después de que la revista médica Lancet declarara que la misma era segura y efectiva en un 91%.